Los juzgados vigueses cerraban 2013 con más de 70.000 asuntos, una cifra elevada al situarse muy por encima de la litigiosidad que había en tiempos de bonanza económica, pero que al mismo tiempo suponía una caída de actividad que los situaba a niveles de 2008, cuando estalló la crisis. Y en términos globales, las más de 69.300 causas con las que se ha cerrado 2014 suponen un escenario muy similar al del ejercicio anterior. Lo que no es igual es el comportamiento que, en lo que a carga de trabajo se refiere, arroja cada jurisdicción: si finalizado 2013 sólo se detectó un aumento en las demandas laborales, en el año que acabamos de despedir este tipo de litigios descienden sensiblemente y lo que se dispara son los casos contra la Administración y prácticamente todo tipo de expedientes civiles, como los pleitos por deudas o los de separaciones y divorcios.
Los 34 juzgados de Vigo registraron en 2014 un total de 69.338 asuntos -no se incluyen las secciones de la Audiencia viguesa ni las ejecuciones civiles-, una media de 189 diarios. La elevada carga de trabajo hace necesario refuerzos, como el juzgado de apoyo de preferentes, el laboral o la reciente medida aprobada para Familia. Esta última juez de apoyo se incorporará en breve para ayudar a paliar el colapso de las salas especializadas en divorcios. De lo que aún no hay noticias en Vigo es de si esta magistrada contará con el personal de apoyo demandado: secretario judicial y cuatro funcionarios. Fuentes de la Xunta, a la que compete dar el visto bueno a los funcionarios, dijeron ayer que aún no han recibido la solicitud y que, en todo caso, la dotación de estos trabajadores estaría supeditada a que el Ministerio de Justicia aprobase la plaza de secretario, que es lo que permitiría que el refuerzo funcionara como juzgado bis.
A la espera entonces de ver cómo se articulará este refuerzo, el balance de 2014 arroja un claro incremento de trabajo en dos jurisdicciones: la civil y la contencioso-Administrativa. Y ello pese al tasazo. En lo que a la actividad civil se refiere, los 14 juzgados de Primera Instancia parece que aún no han tocado techo y registraron más de 16.000 asuntos, un 10% más que en 2013. Y eso sin contar las ejecuciones, que dispararían este cifra por encima de los 20.000 expedientes.
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¿La razón del aumento? Los pleitos por deudas, como el procedimiento monitorio, han crecido. Y el ritmo de presentación de demandas de preferentistas siguió siendo alto, con más de un millar a lo largo del año. Además, en este balance de Primera Instancia se incluye la actividad de los dos juzgados de Familia: sólo en lo que a divorcios y separaciones se refiere -sin contar modificaciones de medidas o otra materia que les corresponde como internamientos o incapacidades- registraron más de un millar de casos, un 7% más que en 2013. Sin moverse de la esfera civil, en el juzgado Mercantil el número global de expedientes suma 820, también superior a los del ejercicio anterior.
Casi un 50%
Pero es en los dos tribunales de lo Contencioso-Administrativo donde más se disparan las cifras. Un 47%, al pasarse de los 651 casos de 2013 a los actuales 958. Muy castigados por las tasas y por la reforma que introdujo las costas en esta jurisdicción, la explicación a este aumento hay que buscarla casi exclusivamente en la avalancha de demandas de funcionarios judiciales y personal sanitario por la paga extra de 2012, que provocó que los litigios de personal creciesen la friolera de casi un 200%: en 2014 hubo 317.
Donde también hay más asuntos, 1.321, es en los juzgados de lo Penal, que celebran juicios por delitos. Los de lesiones y maltrato, robos, quebrantamientos de condenas o impagos de pensiones alimenticias son los que están a la cabeza. Y curiosamente, baja la actividad en los de Instrucción, que cierran el año con 42.542 demandas. Pese a ello, tienen operaciones complejas, como la Patos Patoso la reciente desarrollada en el mercado de A Pedra.
Los despidos se desploman un 20% y caen también los concursos
- El imparable aumento de actividad que venían registrando los cinco juzgados de lo Social de Vigo desde que en 2008 comenzó la crisis se ha frenado. Los 6.269 pleitos registrados el año pasado, pese a seguir siendo un número que supera con mucho los módulos de trabajo que recomienda el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), se constituyen como la cifra más baja de los últimos seis años. Esta jurisdicción cuenta con una sala de refuerzo formada por juez, secretario y funcionarios.En términos globales, la actividad en estos tribunales laborales bajó un 5,5% con respecto a hace un año. Pero hay un tipo de litigio en el que el número de pleitos se ha desplomado hasta un 20%: se trata de los despidos, ya que en el año que acaba de terminar se registraron 1.118 demandas interpuestas por trabajadores que se quedaron sin su puesto de trabajo, mientras que en 2013 habían sido más de 1.400. También se reducen a la mitad los procedimientos de conflictos colectivos y bajan asimismo, aunque más tímidamente, los de rescisiones de contrato. Otros procedimientos, sin embargo, siguen aumentando, como es el caso de las demandas por salarios, que en el último balance suman más de 2.500. Las invalideces se trata de otro tipo de pleito que también estuvo más presente en las salas de vistas en 2014.En MercantilIgual que los despidos, otra clase de asunto que no dejó de ir en aumento al estar directamente ligado a la crisis es el de los concursos de acreedores de empresas en quiebra, que se tramitan en el Juzgado de lo Mercantil. Hubo algún ejercicio en el que se superó el centenar y en 2013 ya descendieron a 88. Y el pasado año hubo una nueva bajada, al cerrarse con 77.Con respecto a estos procesos, ya se produjo la primera declaración en concurso de una empresa este 2015. Se trata de Bartexgal S.L., ubicada en el parque tecnológico vigués y del sector de las máquinas de coser.
