Un grupo de vecinos que se oponen a la instalación del buque Bernardo Alfageme en la rotonda de Coia irrumpen en el pleno de Vigo para exigir al gobierno local que paralice las obras e interrumpen la sesión durante cinco minutos. El interior del salón registró un lleno absoluto.

Se produjo una calma tensa mientras se debatía el futuro del centro San Francisco y hasta llegar al debate de la moción del BNG para que se restablezca el aspecto anterior de la glorieta de Castelao con jardín y paralizando la colocación del barco cedido hace quince años al Ayuntamiento.

La Policía Local realizó minuciosas identificaciones y algunos cacheos a las docenas de personas que intentaban asistir al pleno. En el interior del salón de plenos, los agentes mantienen la vigilancia sobre los asistentes. Pero una vez que arrancó debate sobre instalación barco el público impidió seguir la moción. "O pobo unido xamais será vencido", gritaban los opositores a la obra. Se registraron enfrentamientos con un grupo de partidarios del gobierno local que apoyaban con cánticos las instalación del barco.

El enfrentamiento entre los dos grupos del público acabó en cruce de acusaciones entre el gobierno vigués y la oposición. El PSOE acusó al PP y al BNG de dejar hundir un importante patrimonio de la ciudad mientras los nacionalistas le reprocharon al alcalde no haber cumplido acuerdo plenario de octubre entre PP y BNG para no ubicar el Alfageme en una rotonda.

Abel Caballero reanudó el pleno a pesar de la bronca en el público diciendo que eran "doce reventadores profesionales de la CIG". " Son doce vecinos de 300.000 habitantes", sentenció.

El edil del PP Antonio Bernárdez le reclamaba al gobierno vigués que escuchara a los vecinos y no reanudase el debate político en esas condiciones y de "espaldas" a la ciudadanía