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Dos episodios que formaron una ciudad moderna

Las fusiones que crearon Gran Vigo

El 23 de diciembre se cumplen 74 años del acuerdo de Lavadores para integrarse en Vigo, adhesión que, con Bouzas, compuso un Vigo pujante

Juan M. González. // J. Santomé

En pleno debate sobre la conveniencia de fusionar municipios -con el telón de fondo de la crisis demográfica y el cada vez más acelerado envejecimiento de la población en Galicia- Vigo brinda un ejemplo magistral de las ventajas de la unión. La urbe pujante que es hoy Vigo, a la cabeza del PIB gallego y motor industrial y demográfico de la comunidad autónoma, enraíza en gran medida en los procesos de "fusión" en los que se embarcó a lo largo del siglo pasado. Primero con la incorporación de la villa de Bouzas, en 1904; y casi cuatro décadas después, en 1941, con la adhesión del concello de Lavadores. Junto a la urbe olívica, Bouzas y Lavadores eran las dos localidades que siguieron a la Ley de Ayuntamientos de Nueva Planta de 1836.

Esos dos episodios claves en el alumbramiento del territorio e identidad del Gran Vigo cumplirán en breve dos aniversarios: este martes, 23 de diciembre, hará 74 años desde que el pleno de Lavadores -encabezado por Jesús Fernández- dio "luz verde" a integrarse en Vigo; y el próximo lunes 5 de enero se cumplirán 111 años desde la publicación del Decreto Oficial que anunciaba la unión de Bouzas y la Muy Leal y Valerosa. La integración definitiva de la villa boucense en Vigo no fue sin embargo inmediata. Debido a la oposición de una parte de su Corporación, hubo que esperar diez meses exactos, hasta octubre de 1904, para que la unión se consumase.

Aunque en ambos casos triunfó la máxima de que "la unión hace la fuerza", sus procesos no fueron caminos de rosas. El caso más complejo y rico en matices es sin duda el de Bouzas. El principal impulsor de la unión con Vigo fue Ángel Urzáiz, diputado del Partido Liberal. Gracias a sus gestiones el 5 de enero de 1904 se publicaba un Decreto Oficial que agregaba Bouzas a Vigo. A raíz de la fusión, el hasta entonces alcalde boucense, Severino Pinal Pernas, pasó a formar parte del Gobierno olívico como Primer Teniente. Con él se sumaron a la Corporación viguesa ocho concejales que no tardaron en dejar de asistir a las sesiones plenarias.

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El historiador Juan Miguel González Fernández -del Instituto de Estudios Vigueses (IEV)- insiste en la "complejidad" del proceso. "Los concejales de Bouzas, del mismo Partido Liberal que Urzáiz, no aceptaron de buena gana sumarse a Vigo. Siguieron en su puesto, gestionando la villa hasta octubre de 1904", recuerda Miguel González, quien apunta que los ediles boucenses incluso llegaron a aprobar un presupuesto municipal propio, aún cuando su villa era ya parte -de forma oficial- de Vigo. "Durante meses hicieron oídos sordos a su propio partido", anota el historiador de Estudios Vigueses.

¿Qué motivó a Urzáiz a impulsar la unión entre Vigo y Bouzas? Miguel González reconoce que es un misterio y apunta posibles causas "electorales". Según explica, "la tradición oral" local asegura que quienes querían sumarse a Vigo eran las propias parroquias. Sin embargo, el experto sospecha que esos comentarios pueden ser un reflejo erróneo de otros dos procesos de unión anteriores al de Bouzas: los de las parroquias de Matamá -en 1900- y Coia -1901-, que hasta entonces formaban parte de la geografía boucense. Ambos barrios solicitaron a la Diputación Provincial integrarse en Vigo argumentando su cercanía a la ciudad. "A Vigo el proceso le gustó, pero no se metió en él", zanja el historiador.

Lo que no deja lugar a dudas es que el enlace entre Vigo y Bouzas favoreció a ambos municipios. El primero incorporaba territorio y población -según el censo de 1900, Bouzas sumaba 8.319 vecinos y Vigo 22.437-, además de beneficiarse de su favorable ubicación en el litoral; mientras la segunda accedía a los jugosos fondos del Consistorio olívico, nada despreciables en horas bajas para las finanzas boucenses.

En el libro Os alcaldes e os concellos de Vigo, volumen de Estudios Vigueses que firman el propio Miguel González y Bernardo M. Vázquez Xil, se explica que "la hacienda municipal [de Bouzas] estaba pasando un mal momento". En la misma publicación se apunta que la villa ansiaba construir una plaza de abastos en el barrio do Cruceiro Vello y una dársena. "Querían que los hiciera Vigo, y se hicieron, pero al cabo de bastante tiempo", anota el experto.

Más rápida resultó la unión entre Vigo y Lavadores, que se fraguó en 1941 con Jesús Fernández Fernández al frente de la alcaldía de Lavadores y Jesús Suárez-Llanos en la de Vigo. Según el censo de un año antes, 1940, Lavadores sumaba 38.462 habitantes -era el tercer ayuntamiento rural más poblado de la provincia, solo por detrás de O Grove y Vilagarcía- y Vigo 65.983. "No hubo oposición a la unión, salvo algún caso puntual; aunque el proceso resultó muy complejo", explica el veterano historiador de Estudios Vigueses.

"La fusión era deseada por los dos y también por el régimen. La Falange de Lavadores y Vigo incluso estuvieron negociando para lograr la fusión", apunta Miguel González, quien recuerda que en 1940 -en plena dictadura franquista y con el país recién salido de la Guerra Civil (1936-39)- cualquier muestra pública de oposición quedaba radicalmente descartada. Al proceso ayudó que la Corporación de Lavadores estuviera comandada por vecinos jóvenes, integrantes de Falange.

Al igual que sucedió en el caso de Bouzas, ambos municipios se vieron beneficiados por su matrimonio. El Vigo urbano mejoraba su abastecimiento gracias a las huertas de Teis y las lecheras de Lavadores, ganaba población y expandía sus fronteras. Mientras Lavadores se despojaba de la pesada carga que representaba para las villas pequeñas tener que hacer frente a los gravosos servicios municipales, como el de bomberos o la necrópolis. "Su presupuesto era muy bajo y necesitaba mantener esos servicios", explica Miguel González, quien recuerda que "O Calvario y Teis eran una continuidad con Vigo, sin ruptura".Esa falta de fronteras claras facilitó que las negociaciones prosperasen.

La unión de Teis

Otro aniversario que celebrará Vigo en breve plazo es la reincorporación de Teis a Lavadores -el 6 de enero de 1937- municipio con el que -años después, en 1940- se sumaría a la Muy Leal y Valerosa. "El caso de Teis es muy particular", reconoce el historiador del IEV. En Os alcaldes e os concellos de Vigo, González Fernández y Vázquez Xil recuerdan que Teis fue un concello independiente entre el 1 de enero de 1936 y febrero de 1937, fecha en la que el Concello de Lavadores se da por enterado de que su segregación había quedado en suspenso.

Su pasado como municipio independiente durante los períodos liberales 1812-1814 y 1820-1823 dejó -explica Os alcaldes e os concellos de Vigo- "un poco de inquietud en Teis, que ha de seguir hasta ser ayuntamiento de nuevo en 1936". Meses antes de lograrlo, en 1935, Teis había dirigido una instancia al por entonces responsable del Consistorio de Lavadores, Ángel Rodríguez, en la que solicitaba su segregación.

La petición recibió el respaldo del pleno y se trasladó el expediente a la Diputación Provincial. Miguel González resalta la "coincidencia" de que Teis lograse su segregación y se proclamara independiente, precisamente cuando era un vecino de la parroquia quien llevaba las riendas del Gobierno de Lavadores.

La independencia se gestiona de forma fugaz. Inmediata. El 11 de enero de 1936, El Pueblo Gallego publica la noticia de que quedaba "definitivamente instalado este nuevo municipio", en referencia a Teis. Las oficinas de su Secretaría y los servicios administrativos -explica el rotativo- se ubicaban en el primer piso del por entonces número 145 de la Avenida de Sanjurjo Badía. "Para el despacho al público la Alcaldía ha fijado las horas de 4 a 6 de la tarde", concretaba El Pueblo Gallego. El alcalde de Teis era entonces Manuel Martínez Ramos. Antes de que se disuelva el Concello, aún ostentarán ese cargo otras dos personas: José Martínez Covelo y Xulio Quirós.

Miguel González y Bernardo Vázquez explican en su libro que el Concello de Teis quedó finalmente anulado cuando se comprobó que su tramitación no cumplía con los requisitos administrativos. En concreto, el proceso no se había tramitado a través del Gobierno Civil y obviaba su normativa tutelar y la de la Diputación sobre municipios, como marcaba la ley de 1877.

En Os alcaldes e os concellos de Vigo ambos historiadores explican que en Teis se podían identificar dos bandos: los "segregacionistas" -apoyados por el Partido Comunista y el Sindicato de Agricultores y la Alianza Mariñeira- y los "unionistas" -con el respaldo de la Federación Agrícola, la nueva Corporación Municipal de Lavadores y los socialistas-, "Lucharon desde sus puestos por mantener o deshacer la situación", concluye. Ya reincorporado en Lavadores, Teis se sumará a la ciudad de Vigo en 1941, junto con el resto del municipio.

Las incorporaciones de Bouzas, Lavadores y Teis suponen tres pasos fundamentales para conformar lo que se ha bautizado como Gran Vigo, una ciudad que -según los estudios oficiales- despunta en Galicia por su pujante tejido industrial, población y pulso económico y demográfico. Las tablas publicadas este mismo viernes por el Instituto Galego de Estadística (IGE) reflejan, por ejemplo, que Vigo sigue siendo la urbe líder en aportación al Producto Interior Bruto (PIB) autonómico, con 7.058 millones de euros, frente a los 6.184 de A Coruña, los 3.405 de Santiago o los 2.235 de Ourense.

En cuanto a población, las últimas estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan que Vigo es la urbe gallega que logra más nacimientos. En 2013 -últimos datos publicados por el observatorio oficial- la ciudad registró 2.389 nacimientos. Ese mismo año A Coruña contabilizó 1.979, Santiago 860 y Pontevedra 750. Con 296.479 habitantes (datos de 2013) es también la urbe más populosa, con 50.500 habitantes más que A Coruña.

Un libro para redescubrir la historia local

  • En 1991 el recién creado Instituto de Estudios Vigueses (IEV) inició su intensa y prolífica labor editorial publicando el libro Os alcaldes e os concellos de Vigo, obra de Juan Miguel González Fernández y Bernardo M. Vázquez Xil. La obra recoge una rigurosa y completa relación de jueces ordinarios, alcaldes reales y constitucionales... De los municipios que, con el paso del tiempo, conformaron Vigo. Más de dos décadas después Juan Miguel González Fernández prepara una nueva publicación, que enriquece y complementa la anterior, que llegará a las librerías bajo el nombre Os concellos e os alcaldes de Vigo. La obra la publicará la editorial Cardeñoso.

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