Se repite todos los años. Con la bajada de las temperaturas, llega la gripe y las enfermedades respiratorias, que atacan con mayor virulencia a aquellos mayores que ya adolecen de varias enfermedades. También se repite todos los años la imagen de las Urgencias del Chuvi saturadas por este pico en la demanda, con casos más complejos que durante el resto del año. La diferencia, en esta ocasión, es que en el Hospital Meixoeiro coincide con la primera huelga de la plantilla de médicos del servicio, que reclaman más personal. Además, CCOO denuncia que los ingresos de las operaciones extraordinarias -peonadas- ordenadas por el Sergas están contribuyendo al colapso de las Urgencias con pacientes pendientes de ingreso.

En la tercera jornada de saturación, más de 15 pacientes en camilla y silla de ruedas esperaban al medio día en los pasillos del servicio del Meixoeiro, en cuyas salas de espera ya no cabía nadie. El Sergas reconoce "bastante presión asistencial" por el "inicio del pico de la gripe", pero asegura que hay camas disponibles para asumir los ingresos. Cesm Omega asegura que a las siete de la mañana ya había unas 90 personas esperando para subir a planta o a que les atendiera un facultativo, tras pasar el triaje. Denuncian que "muchos pernoctaron allí".

La huelga indefinida comenzó a las 21 horas del martes, pero los servicios mínimos obligan a trabajar a los tres facultativos del turno de noche. En el diurno, podría haberla secundado uno de los seis médicos, pero no fue así porque había una baja sin cubrir. Cesm Omega considera que el Sergas ha "quebrantado" el derecho a la huelga y han puesto el asunto en manos de sus abogados.

El gerente del área, Mario González, explica que se les ha ofrecido a los huelguistas cubrir 15 de las 60 horas semanales que reclaman o un refuerzo durante los picos. Admite que el rechazo del Sergas a la petición de los profesionales "tiene una connotación económica", pero sobre todo considera que no está justificada. Alega que la reivindicación empezó en 2009 y que, desde entonces, las urgencias han caído ligeramente, mientras la plantilla se mantiene. Reconoce el "buen talante" de los negociadores, pero no cree que "sea el momento adecuado para una huelga".