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ficha personal

Antón Bouzas: "Sin local ni medios ya no me veía capacitado para coordinar el Imán"

Dimite como responsable del grupo de apoyo a drogodependientes

Antón Bouzas. // Jorge Santomé

Tras más de 24 años dedicado en cuerpo y alma a tratar la problemática de la drogodependencia en Vigo a través del grupo de autoapoyo VIH sida y adicciones Imán, Antón Bouzas ha decidido poner fin a esta etapa a sus 65 años de edad. Ha presentado ya su dimisión como coordinador del grupo -constituido ahora como asociación- y piensa ya en otros proyectos. Habla con pena y voz cansada pero lo hace -asegura- "muy orgulloso" del trabajo realizado durante más de dos décadas. A sus compañeros se lo anunció bromeando para sacarle hierro al asunto. "¿Me merezco unas vacaciones, no creéis?", les dijo. Y es que entre sus motivos -confiesa- está su necesidad de un cambio de aires. "Soy como un agricultor, que salga como salga la cosecha, todos los años tiene que volver a sembrar. Pues yo seguiré sembrando, pero no en este campo", afirma.

-¿Por qué lo deja?

-Es algo a lo que le llevo dando muchas vueltas en los últimos meses. Realmente es porque tengo una especie de necesidad de descansar en este terreno. No hay más motivos. Llevo sembrando muchos años en este campo y necesito probar otros.

-Usted es un pilar en el Imán. ¿Se desliga por completo?

-Sí y no, pero mi decisión no tiene marcha atrás y así se lo trasladé a mis compañeros. Durante algún tiempo no voy a asistir a las reuniones. Necesito desconectar una temporada y quiero que el grupo se desarrolle sin mi presencia. Luego, cuando vaya, quiero ir como uno más. Sin responsabilidades.

-Parece decepcionado, cansado...

-Decepcionado no, creo que el balance general del Imán es muy positivo. Cansado sí, especialmente por los acontecimientos del último año. La disgregación del Imán del Centro de Drogodependencias del Concello (Cedro) en 2013 nos supuso tener que hacer un esfuerzo enorme. Nos quedamos sin local, logística, medios... y trabajar sin el paraguas de las instituciones públicas es muy difícil. Y yo ya no me veo capacitado para coordinar el Imán en esta situación.

- ¿Ha motivado también su dimisión el cierre del programa Sereos en el Casco Vello?

-Influye, claro que influye. Y lo veo como un fracaso personal. También me siento responsable. Pero es cierto que nos sentimos engañados por el Concello y que se nos mintió. Fue uno de los temas más feos a los que nos tuvimos que enfrentar en el Imán y que dañó mucho nuestra actividad. Ha sido uno de los mayores fracasos, sin duda.

-Albergue municipal, disgregación de Cedro, Sereos... Sus discrepancias con el Concello fueron constantes y criticar a la mano que le da a uno de comer [fue funcionario municipal] no es algo habitual, sin embargo usted nunca dejó de batallar...

-Y mis problemas me trajo, entre ellos un expediente durante el gobierno de Soto. Y eran muchos los que no se cansaban de preguntarme cómo era capaz de tirar piedras contra mi propio tejado. Y yo les respondía que mi tejado eran las personas. En todo caso, a nivel general admito que me he sentido apoyado por los diferentes gobiernos municipales.

-¿Supondrá su marcha el fin del Imán?

-Ni lo creo, ni lo quiero. Queda gente muy animada y muy valiosa y confío que el Imán continúe.

-¿Dónde sembrará ahora?

-Me gustaría trabajar, y esa es mi intención y lo que tengo en mente, en el campo de la pobreza severa, pero fuera de la drogodependencia.

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