Hace 25 años que la ciudad de Vigo asistió a la firma de un acuerdo histórico del que todavía hoy en día quedan sus señales. El ayuntamiento recibiría el cuartel de Barreiro, las instalaciones militares de A Guía, la sede de la Comandancia Militar en el Arenal y también un polvorín en Puxeiros. En total 220.000 metros cuadrados que pasarían a formar parte del nuevo paisaje de la ciudad. El ejercito comenzaba una retirada y se iniciaba la devolución de todos esos espacios a los ciudadanos. El acuerdo puede consdierarse como uno de los más importantes por la importancia que después tuvo en el futuro.

Fueron largos meses de negociaciones y también de peticiones mientras se culminaba la Transición. El Ayutamiento de Vigo apostó de forma clara y decidida por recuperar esos lugares.

Pero no fue hasta el mes de octubre de 1984 cuando logró su objetivo. Hasta Vigo viajó Rafael de la Cruz, por aquella época secretario de estado del Ministerio de Defensa, para rubricar lel documento con Manoel Soto, alcalde de Vigo. No era el definitivo, pero estaba consensuado con el Gobierno, que lo aprobó en los días siguientes en el Consejo de Ministros.

En total se cedían a la ciudad de Vigo 220.000 metros cuadrados repartidos en varios lugares. Uno de los más emblemáticos era el cuartel de Barreiro. 91.821 metros cuadrados.

Esta instalación, por la que pasaron varias generaciones de militares, sería totalmente renovada. Sus edificios, entre los que se incluía una galería de tiro, dejarían de existir. Lo mismo que su amplia plaza central.

Este proceso también tuvo cierta complejidad. Se actuó con mucho precaución, ya que se sospechaba que podría haber algún elemento balístico. Alguno se encontró, según se desveló algún tiempo después.

Pero l o primero fue iniciar el proceso de desalojo de los militares y también todo el material. Una operación que duró varias semanas y en la que se empleó una amplia logística. La mayor parte del material y también los soldados fueron trasladados al cuartel de Figueirido, en Pontevedra.

Casi al mismo tiempo comenzaba también el proceso de desalojo en la sede de la Comandancia de Vigo. Un emblemático edifico en el Arenal que contaba con tres plantas en uso. Su superficie total era de 1.604 metros cuadrados. .Su amplia y vetusta escalera, que se conserva todavía, era una de sus principales señas de identidad. Junto a ella, la parte baja estaba dedicada a atender al público en general, la primera planta eran oficinas y la última las viviendas de los oficiales.

Otra estancia estaba ocupada por los dormitorios de los soldados y también había un espacio para un pequeño almacén, el comedor y un aparcamiento reducido.Este edificio, hoy sede del Rectorado de la Universidade de Vigo, fue totalmente renovado en su interior. El aspecto exterior no sufrió ningún tipo de variaciones. Durante algunos meses fue sede de la Alcaldía de Vigo.

Otro edificio, ubicado cerca del cuartel de Barreiro, también fue desalojado. Allí tenía su sede la Policía Militar. Pero no se incorporó al acuerdo de cesión al Ayuntamiento de Vigo. En la actualidad permanece en estado de abandono.

Pero la ciudad recuperó también un espacio de 60.2000 metros cuadrados en A Guía. Fue otro 'triunfo' de los ciudadanos, según se reflejaba en las informaciones de aquel año. Todo ese terreno pasaba a ser público y por lo tanto se realizarían las correspondientes inversiones para convertirlo en un paseo. Hoy en día está muy cuidado y es utilizado por muchas personas. Hace pocos años incluso se mejoró y amplió el citado paseo.

Según el acuerdo firmado en Vigo también se cedía a la ciudad 84.340 metros de un polvorín ubicado en Puxeiros.

Manoel Soto, el entonces alcalde, valoró como "acuerdo histórico" lo que se había recuperado para la ciudad y sobre todo para los vecinos. Aunque ya existían planes sobre el uso de esos espacios, el regidor municipal desveló que 14.000 metros cuadrados de los 91.821 del cuartel de Barreiro serían destinados a construir viviendas de gran lujo. Hoy en día, parte de ese suelo lo ocupa un gimnasio.