"La sobrecarga de trabajo que sufrimos en el juzgado es evidente; a estas alturas del año ya voy por mi sentencia número 530 y en diciembre llegaremos a la 700..." José Manuel Díaz Álvarez es el titular del Juzgado de lo Social número 1 de Vigo. La suya y las restantes cuatro salas laborales de la ciudad han padecido el envite de la crisis en forma de un espectacular aumento de pleitos. Nunca antes habían alcanzado semejantes cifras. "Ahora, para tratar de ir al día, hay que trabajar de lo lindo; es cuestión de eso, no hay vuelta de hoja", asevera el magistrado sobre la fórmula para evitar el colapso. Y este escenario de gran litigiosidad acaba de ser evidenciada por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en un informe que recoge todos los tribunales de España que superan de largo la carga de asuntos recomendada, los que sobrepasan la ratio del 150%. Son juzgados de récord. Y 20 de los 36 órganos judiciales vigueses, más de la mitad, están en ese estudio. Con las cinco salas laborales, completan la lista once -de los doce- juzgados de Primera Instancia, los dos de Familia, el Mercantil y la Sección Quinta de la Audiencia.
"El exceso de trabajo no sólo lo sufre el juez; también el secretario y los funcionarios", aclara José Manuel Díaz. Su juzgado, el Social 1, registró el pasado año 1.365 asuntos. Una carga de trabajo del 185% -asume un 85% más de casos de los que debería-, la más alta, aunque por muy estrecho margen, entre los tribunales laborales de Vigo, que en 2013 no bajó ninguno de los 1.300 pleitos. "Todos estamos en una situación idéntica", recalca el magistrado. Y pese a la sobrecarga, estas salas viguesas destacan también en el estudio del CGPJ por tener un número de asuntos pendientes inferior a la media de Galicia, que es de 905. El juzgado de este magistrado, por ejemplo, empezó 2014 con 530 casos a la espera de ser resueltos. Una cifra baja, dadas las circunstancias. ¿La fórmula? "¿Que cómo se consigue? Trabajando, no hay vuelta de hoja", asevera el juez. Y prolongando la jornada laboral en casa. "Por la mañana en el juzgado, entre otras cuestiones, celebro juicios, saco las sentencias más complejas...; pero el grueso del trabajo, un 80%, lo hago en mi domicilio", explica.
Tras años de récords, este 2014 ha comenzado a bajar la litigiosidad en laboral. Pero el descenso es tímido. Los 750 casos que ya se registraron en Social 1 en los tres primeros trimestres del año -ya restados los 19 mensuales que, igual que el resto de salas laborales, turna al juzgado de apoyo con el que se reforzó esta jurisdicción- sumados a los 530 pendientes con los que estrenaron 2014 suman casi 1.300 pleitos. Por eso, no hay margen para bajar la guardia: "Hubo descenso de asuntos, sobre todo despidos, pero no creo que, al menos de momento, se vaya a bajar mucho más".
Otro magistrado al frente de un juzgado laboral es Germán Serrano, el juez decano vigués. Para él, el estudio del CGPJ que evidencia una sobrecarga de pleitos en más de la mitad de las salas de Vigo es un reflejo fiel de la realidad. Como también lo es, destaca, el hecho de que la mayoría de estos tribunales tengan una pendencia por debajo de la media. "El esfuerzo, el trabajo de todos, explica esta situación; que se funcione bien con tiempos de respuesta razonables", argumenta.
El informe arroja que la sobrecarga de pleitos afecta a la jurisdicción laboral donde desarrollan su labor Díaz Álvarez o Serrano, pero también a la civil, donde todos los juzgados de Primera Instancia -excepto uno- y los especializados en Familia y Mercantil se citan en el documento. El Mercantil por ejemplo, con 746 asuntos en 2013, asume un 95% más de los que debería. Y con la peculiaridad de que uno de sus casos estrella, los procedimientos concursales, por sus características pueden durar años. Sobre todo si la empresa entra en liquidación. "Pueden eternizarse", dicen. Finalmente, sólo un órgano penal de Vigo sobrepasa el indicador del 150%: la Sección Quinta de la Audiencia, en la actualidad reforzada con un magistrado.
El decano pide un refuerzo para los tribunales de Familia
- Dos de los juzgados que constan en el estudio del Poder Judicial son las salas de Familia de Vigo, que sobrepasan en un 80% los asuntos recomendados al asumir cada una una media de 1.800 pleitos, según el citado informe. Precisamente, el juez decano Germán Serrano ya ha elevado formalmente la petición de un refuerzo para estos tribunales, lo que llevó asimismo al Tribunal Superior de Xustiza de Galicia a demandar al decanato vigués la entrega de un plan de actuación acerca, entre otras cuestiones, de la tipología y número de asuntos que vería ese apoyo de cara a ayudar a aliviar la carga de trabajo existente.La petición se realizó en julio, tras una visita de la Inspección del CGPJ que confirmó el exceso de asuntos que soportan esta salas desde hace años. En el escrito, se demanda un refuerzo, bien a través de un juez de adscripción territorial o bien con una comisión de servicios. La solicitud se plantea "por tiempo de un año, renovable sucesivamente, al ser una necesidad estructural del partido judicial de Vigo". El decano estima que la fórmula ideal sería un refuerzo similar al que funciona en Social: un juzgado de apoyo formado por juez, secretario y funcionarios.Las salas de Familia insisten en la necesidad del refuerzo. Este año aumentaron los divorcios y siguen creciendo las peticiones de modificaciones de medidas relacionados con las pensiones alimenticios de padres separados a sus hijos. O las de ejecución que instan las madres cuando hay impagos. "Un procedimiento de divorcio no termina con una sentencia, están vivos durante años", explican. Estos tribunales, además, se encargan de incapacidades e internamientos psiquiátricos.
