-¿Por qué esta cultura de seguridad surge en Anestesiología?
-Es el servicio donde se tratan situaciones más delicadas. Hay un mayor riesgo de tener eventos con repercusiones graves para el paciente y eso hace que estén más implicados. Ahora la Xunta está implantando un sistema de notificaciones más global, SINASP, al que se están sumando más servicios.
-¿Cuánto se tarda en reacionar a un evento comunicado?
-Desde la comunicación se analiza lo ocurrido en menos de siete días y en un mes o mes y medio deben estar las medidas correctoras aplicadas y se cierra el evento. Salvo que sea un caso centinela, aquellos en los que se producen daños graves o la muerte del paciente, y que se evalúan de inmediato.
-¿En qué ámbitos se han aplicado más cambios?
-Formación, listas de comprobación y prescripción y dispensación de medicamentos. También en mejorar las herramientas informáticas.
-¿Esta acreditación nacional es definitiva?
-El título de SENSAR solo es válido hasta julio de 2016 y en dos años se revisan los criterios y es de esperar que sean mucho más exigentes. De los 16 que entramos esta vez se puede caer alguno y entrar otros hospitales. No podemos bajar la guardia porque si nos relajamos la seguridad se resiente.
-¿Hay cambios en el tipo de incidentes detectados?
-Nunca se va a llegar al error cero, pero sí es cierto que los factores latentes potencialmente más graves se han ido corrigiendo y ahora se comunican eventos ceñidos a áreas muy concretas y con menor afectación.
-¿Qué ganan los profesionales con estos mecanismos?
-El objetivo es lograr un hospital más seguro para el paciente, pero está claro que en paralelo el profesional está más seguro y protegido y más abierto a cambios y a formación continua. Es una mentalidad nueva.