En el caso de Susana, como en el de otras muchas madres que solicitan la prestación por riesgo en la lactancia, se encuentran con la confrontación entre los médicos de la Seguridad Social y los de la mutua correspondiente, que son en las que se delega la concesión. "Mi médico de la Seguridad Social decía que había riesgo y que no podía dar de mamar al niño si trabajaba; incluso desde la mutua, al ver la evaluación de riesgos, indicaron que mi puesto no es compatible con la lactancia, pero incluso así, el médico de la mutua negaba el peligro y rechazaba concedérmela, lo cual es sorprendente", destaca la jardinera viguesa.

Además del sector de jardinería, esta prestación se ha concedido a mujeres que trabajan en sanidad, gasolineras, plásticos y metal, entre otras. Sin embargo, y aunque sigue siendo muy restrictiva, en los últimos dos años se han conseguido sentencias pioneras con trabajadoras de otros ámbitos como escuelas infantiles o, incluso, una azafata, al entender que no tenía un lugar adecuado en el avión para sacarse la leche ni para conservarla.