La magia del "Oasis of the Seas" enloqueció Vigo en una jornada histórica, en la que desembarcaron en la ciudad más de 11.000 personas. La llegada por primera vez del mayor crucero del mundo no defraudó las expectativas generadas desde que se conoció la noticia de que el buque de la naviera Royal Caribbean había elegido el Puerto de Vigo entre los tres de la Península Ibérica -junto a Málaga y Barcelona- que podrían disfrutar de la impresionante estructura y de las gigantes dimensiones de esta maravilla de la ingeniería naval, con un aforo máximo de cerca de 9.000 personas, 6.300 pasajeros y 2.300 tripulantes.

VÍDEO: Así fue el paso del "Oasis of the Seas" por Vigo

Los vigueses no quisieron perder la oportunidad de contemplar en directo, a unos pocos metros, a este coloso marino y se lanzaron a las calles en masa a su encuentro, lo que convirtió el entorno de A Laxe y de la Estación Marítima en un hervidero de gente entre residentes en la ciudad y turistas.

El espectáculo, sin embargo, había comenzado horas antes, con la gran mayoría de la ciudad todavía en cama. El "Oasis of the Seas" desafiaba a la oscuridad pasadas las seis de la mañana con su potente iluminación y asomaba la proa por la ría de Vigo para buscar su sitio en el muelle de trasatlánticos ante la mirada de alrededor de un centenar de madrugadores, que no perdían detalle de las maniobras del "gigante", que quedó perfectamente amarrado para que los operarios del Puerto preparasen todo para el desembarco de pasajeros.

La salida del sol fue animando el ambiente. Los primeros autobuses de las numerosas excursiones contratadas se ponían en marcha hacia O Castro, la playa de Samil o los jardines del Pazo Quiñones de León, e incluso fuera de los límites del municipio, mientras que otros muchos cruceristas aprovechaban para iniciar un recorrido por las calles del Casco Vello y el centro de la ciudad. Las actuaciones musicales y las exhibiciones de oficios tradicionales animaban la jornada.

Miles de personas 'toman' el Casco Vello de Vigo tras el atraque de dos enormes cruceros.//José Lores

La zona portuaria y el corazón de Vigo se convirtieron en una mezcla de nacionalidades, lenguas y culturas, sobresaliendo la representación de Países Bajos, Gran Bretaña, Alemania, España, Noruega, Israel, EE.UU, Bélgica o Canadá. Uno de los puntos álgidos de la jornada llegó coincidiendo con la segunda escala del día, a mediodía. A esa hora atracaba en el muelle de comercio el "Celebrity Infinity", con unos 2.200 pasajeros a bordo, la mayoría asomados en la cubierta para contemplar desde su posición de excepción en la ría a su "compañero" de atraque. Un momento ideal para calibrar desde tierra firme las extraordinarias dimensiones del "Oasis of the Seas", que imponía sus 362 metros de eslora, 64 de manga y 76 de alto -una altura de 18 pisos- ante un crucero que podría ser protagonista cualquier otra jornada.

Ante tal desafío, el Puerto de Vigo ratificó esa capacidad operativa que le convierte en el líder del noroeste peninsular en tráfico de cruceros. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, no quiso perder la oportunidad de contemplar el "Oasis of the Seas" participando en una visita, en la que se produjo el habitual intercambio de metopas, por el interior de la embarcación junto a numerosas autoridades, entre las que se encontraban el presidente de la Autoridad Portuaria, Ignacio López-Chaves; el alcalde de Vigo, Abel Caballero, el presidente y vicepresidente de la Diputación, Rafael Louzán y José Manuel Figueroa; el subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Antonio Coello; o la delegada de Zona Franca, Teresa Pedrosa.

VÍDEO: Así fue la llegada del "Oasis of the Seas" .//Ricardo Grobas

Feijóo destacó que Vigo sea uno de los tres puertos en los que haga escala el "Oasis". "Significa que estamos en la élite, en condiciones de recibir a cualquier crucero del mundo", indicó el máximo responsable de la Xunta. Caballero, por su parte, consideró un "espectáculo y una fiesta" la escala del crucero , maravillado por sus servicios interiores, mientras que López-Chaves comentó que ésta ha sido "una estupenda fecha que será recordada por muchos años".

El paso de las horas no calmó el ambiente festivo y excepcional, sino todo lo contrario. Cada vez, más vigueses se iban acercando a las instalaciones del Puerto en A Laxe para observar el buque, lo que provocó importantes retenciones, además de un tráfico muy importante de personas que llegaban a pie atravesando el Casco Vello, con mucho movimiento en los comercios y en los locales hosteleros. Toda esta actividad generó en la ciudad entre 700.000 y 800.000 euros, según la Universidad de Vigo.

Las gaitas del grupo "Xarabal" fueron el indicativo del fin de fiesta con un pasacalles desde el muelle de comercio al de trasatlánticos. El "Oasis of the Seas" partía sobre las 7 de la tarde, momento en el que la Autoridad Portuaria soltaba cientos de globos blancos y rojos y una salva de bombas de palenque desde O Berbés, mientras una marea humana observaba como el gigante del mar iba cogiendo velocidad para poner rumbo a Rotterdam, donde será sometido a una serie de inspecciones para ponerlo a punto para una nueva travesía, que incluirá una nueva escala en Vigo, el 18 de octubre, última parada del crucero antes de regresar al Caribe.