La reforma del templo del celtismo diseñada por el arquitecto Pedro de la Puente no solo acercará el aliento de la afición al campo, sino que incrementará ligeramente su aforo hasta los 31.100 espectadores. Todas las gradas actuales ganarán asientos a excepción de las de Río, que sufrirán un pequeño "recorte" en sus laterales para encajar las nuevas de Gol y Marcador.

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Según desgranó el alcalde, Abel Caballero, los dos graderíos laterales y qué más alejados están ahora del terreno de juego, serán los que más asientos ganen. Gol, que presume ahora de una capacidad para poco más de 4.000 personas, pasará a tener espacio para 7.000. El mismo número de aficionados entrarán en el nuevo Marcador que, junto con Fondo, suma ahora 6.632 butacas. Y también a 7.000 asientos llegará Tribuna, que ahora tiene 6.671. Esta última grada, en la que está previsto que el Celta comience a actuar ya este año, se prolongará hasta el campo por encima de Preferencia, que quedará anulada. En su lugar está previsto ubicar los nuevos vestuarios, lo que permitirá a los jugadores entrar y salir al terreno de juego desde el centro del campo, como ocurre en la mayoría de estadios de Primera División.

Las gradas de Río Bajo y Alto que, que según cifró el alcalde suman ahora 11.320 butacas, pasarán a tener 10.100. "En los laterales de la grada de Río se recorta un poco", justificó Caballero.

El regidor olívico estimó el coste total de la reforma en casi 30 millones de euros. La mayor inversión está previsto que se realice en las dos gradas que es preciso reconstruir para acercarlas al campo: Gol y Marcador. La actuación en cada una de ellas se estima en 9,37 millones de euros. Las mejoras en Tribuna, grada en la que intervendrá el Celta con los en torno a 3 millones de euros comprometidos por el club, tendrán un coste de en torno a 6,7 millones. Finalmente, en Río, cuyas obras para reforzar la estructura comenzarán ya este año, se prevé una inversión total de 4 millones de euros.