Navia, el barrio más joven de Vigo, continúa durante todo es te fin de semana con la III fiesta romana Vicus Spacorum, que cada año aumenta en número de visitantes. En la feria, organizada por la Asociación de Comerciantes de Navia, colaboran aproximadamente unos sesenta negocios. Los promotores estiman en unas 2.000 las visitas durante los tres días de la fiesta, que ofrece unos ochenta puestos de gastronomía con churrasco, empanadas, licores de todo tipo, antigüedades, y manualidades.

El motivo de celebrar el evento no es otro que "darle vida al barrio" rememorando el pasado de Vigo, afirma David Trigo, miembro de la organización. "Parece que estemos aislados del resto de la ciudad", explica. Cada lugar tiene una fiesta característica, y precisamente por esa razón los comerciantes han recreado esta "fiesta temática" para potenciar el barrio. "Desde luego no es el Arde Lucus, que tiene muchos más visitantes y ya nos conformábamos con que viniera la mitad, pero hacemos lo que podemos", comenta Trigo. Son muchas las actividades llevadas a cabo durante todo el fin de semana, entre ellas la representación del Senado y combates entre celtas y romanos a cargo de la Asociación Viguesa de Esgrima Antiga y Arcadia de Softcombat. La feria comenzó el viernes de tarde con una película al aire libre para los más pequeños, y continuó ayer durante todo el día con música y el monólogo del vecino de Coia José Carlos Illanes, con su guitarra y característico humor.

Hoy es el último día de esta tercera edición, que a la hora del vermú tendrá una representación de cómo fue la vida en la antigua Roma, en especial el Senado. Más tarde, a las cinco, se celebrará un desfile romano, y después combates a "muerte" en el fuerte, donde se pueden ver representaciones y maquetas de castillos.

Durante toda la jornada actuarán los grupos musicales Medley y Trío Nostalgia. Todas las actividades son gratuitas, con talleres y música dedicadas a los pequeños de la casa, que "eran los que le ponían más ganas en los combates" relató Antonio Castro, el augur romano que se ocupa de auspiciar el futuro y que vaticinó un gran éxito los próximos años al Vicus Spacorum.