En el día grande de la mayor romería de la ciudad se respiró un gran ambiente festivo. Tradición popular y devoción religiosa se combinan estos cuatro días en la carballeira de San Roque, que lleva en fiestas desde el viernes. Durante todo el día de ayer, fueron cuantiosos los fieles que, dejando de lado la playa y la sombrilla, acudieron a las siete misas que se celebraron desde el alba hasta casi el atardecer. La más importante del día fue oficiada al mediodía por el obispo de la diócesis Tui-Vigo, Luis Quinteiro Fiuza, y a ella asistieron numerosas autoridades, entre las que se encontraba el alcalde de Vigo, Abel Caballero.

A esta solemne liturgia le siguió la tradicional procesión, que comenzó alrededor de las 13.00 horas. Los miembros de A Irmandade de Devotos de San Roque iniciaron el paseo, saliendo de la finca con la imagen del santo "milagreiro" a hombres. Delante de San Roque, desfilaba Santa Rita, portada por mujeres. Los exvotos acompañaron durante todo el recorrido al santo "milagreiro". Muchos fueron los que, siguiendo los mandatos de la tradición, compraron una reproducción en cera de la parte del cuerpo enferma, para rogar a San Roque por su sanación.

Churrasco, empanadas de todo tipo, pulpo, sardinas y xoubas, son solo algunos de los manjares que se pudieron degustar en los puestos gastronómicos. Bajo las carpas, a la hora de la comida, no cabía ni un alfiler. En los alrededores, los puestos más concurridos eran los de venta de pan, rosquillas y sandías. La tarde fue de los más pequeños de la casa, que pudieron montar en, como enormes "Bob Esponja". El buen tiempo permitió que tanto la finca como los aledaños estuvieran repletos a lo largo del día. Los organizadores esperan que se registre similar afluencia hoy.

Familias enteras y vecinos de la zona acudieron expectantes a la procesión del santo. María José Pérez, una devota viguesa de 60 años, acudió a la procesión y afirmó que "hay que asistir, aunque sea una vez en la vida, como a San Andrés de Teixido". Juan González, del barrio de Ribadavia, asistió con sus dos hijas, Sara e Iria, de 11 y 6 años respectivamente. "No fallamos ningún año; soy vecino de la zona y venimos siempre", destacó el padre de Sara e Iria. Félix Pérez acude por devoción al "santo" y desea que sus hijos gemelos, Diego y Eloy, de 15 años, "hereden" la tradición. Pilar Fernández lleva desde los 39 años acudiendo a la finca de San Roque, que este año visitó con su hija y sobrina. "Vengo desde pequeña y, ahora, asisto con ellas", explicó sonriente. La razón de la visita de Maribel Rial al santo, es la salud de su hermana, que recientemente estuvo operada. Se trajo a toda la familia.

La música también fue protagonista durante toda la jornada, tocaron la Banda de música popular de Rubios, la Unión Musical de Guláns, la orquesta Ámbar y los gaiteros Folieiros de Lavadores. La fiesta continúa hoy con el grupo folk Os Carunchos, los gaiteros Folieiros de Lavadores, la banda Airiños do Morrazo, la Polifónica de San Roque y la Coral Maruxía de Bueu.