Vecinos y hoteleros de la zona de la Alameda denuncian que decenas de indigentes "toman" cada día los jardines de este parque situado en pleno corazón de la ciudad. Parapetados tras la vegetación que rodea las sendas peatonales y las fuentes, grupos "de entre 15 y 20 personas como mínimo" consumen las horas bebiendo y durmiendo en los bancos y dejan la zona, como resultado, "llena de basura y orines".

Los residentes también se quejan de que son habituales las peleas entre ellos a plena luz del día mientras ciudadanos y visitantes recorren la plaza, una de las más transitadas y turísticas a lo largo de todo el año, con el consiguiente deterioro para la imagen de la ciudad. De hecho, señalan que uno de estos altercados coincidió recientemente con la llegada a Puerto de un crucero y algunos de los pasajeros que paseaban por las inmediaciones "estuvieron grabando vídeos con sus móviles".

Aunque la afluencia en este "asentamiento" disminuye durante los días de lluvia, los indigentes han coincidido con el público y los participantes en el festival de O Marisquiño que mantuvieron llenos los locales de restauración y ocio de Montero Ríos, Alameda y Casco Vello durante todo el fin de semana.

Las personas "sin techo" que acuden cada día a esta zona dificultan el trabajo de los servicios de limpieza y jardinería y los propietarios de los negocios de hostelería se quejan de que algunos se acercan a los clientes de las numerosas terrazas que rodean la Alameda para pedir dinero o molestar.

"A veces la Policía se acerca hasta aquí y les toman los datos, pero no pueden hacer nada más", lamentan .

La escena se repite cada día desde primera hora de la mañana. Decenas de indigentes ocupan los bancos de uno de los principales espacios verdes del centro de la ciudad. "Si vas con los niños te encuentras de todo. Tienes que tener cuidado porque dejan todo sucio y hacen sus necesidades contra las papeleras y en los bancos", denuncian los residentes.

La situación supone un retroceso para la plaza de Compostela, que ha experimentado una importante revitalización en los últimos años tras la humanización del entorno acometida durante el mandato de Corina Porro y la posterior reforma de 80.000 euros realizada en los jardines por el actual gobierno municipal en 2010.

El Concello acondicionó entonces los caminos, los parterres, los setos y el arbolado, en algunos casos centenario, mejoró el sistema de riego e instaló sistemas de iluminación en las fuentes y grupos escultóricos. La inversión también incluía una partida para renovar y colocar nuevo mobiliario urbano.

Estas inversiones han contribuido a que la plaza, además de ser un punto de atracción para la apertura de negocios hoteleros, restaurantes y locales de ocio, haya aumentado su caché residencial. Según la última tasación anual de la Xunta, la Alameda es una de las tres zonas más caras de todo el mercado inmobiliario gallego solo por detrás del casco histórico de A Coruña y A Toxa.