Los 240 pasajeros que el miércoles por la noche tomaron el Tren Hotel Barcelona-Vigo se embarcaron, sin saberlo, en uno de los viajes más largos de sus vidas: más de 21 horas para recorrer el trayecto entre las estaciones de Sants y Guixar. Pasadas las 22.15 horas -apenas 120 minutos después de salir de la Ciudad Condal-, cuando el convoy atravesaba la localidad oscense de Ballobar, un incendio en el primer boggie de la locomotora obligaba a Renfe a detener el tren y alertar a los bomberos y servicios de emergencia. El incidente se saldó sin heridos -por precaución, el pasaje se concentró en la parte posterior del convoy-; pero obligó a buscar alternativas y demorar el servicio. Una máquina diésel tuvo que remolcar el tren hotel y varios autobuses trasladaron a los viajeros hasta Zaragoza. Ya en la capital zaragozana, los usuarios se subieron a otro tren, un modelo S-121, con el que continuaron rumbo a sus destinos. Ayer pasadas las 19.00 h -más de siete horas después de lo previsto por los pasajeros, que según lo programado debían tocar Vigo a las 11.38 h- los últimos viajeros se apeaban en la terminal de Guixar. Según fuentes oficiales de Renfe, a la estación olívica llegaron 92 usuarios; entre los pocos que merodeaban por el andén se comentaba, no obstante, que el número final era muy inferior.

A raíz del incidente en el tramo de Ballobar la operadora ferroviaria, "por orden de Bomberos", decidió interrumpir durante horas el servicio de alta velocidad entre Zaragoza y Lleida. La decisión afectó a 250 pasajeros de un tren AVE Madrid-Barcelona que se quedó detenido al perder tensión la catenaria. Para continuar con su itinerario fue preciso que lo remolcara otra locomotora diesel. No fue el único afectado. Otro tren AVE que circulaba entre la Ciudad Condal y Zara goza tuvo que estacionar en lleina Pirineus, allí los 80 viajeros que transportaba continuaron por carretera hasta sus destinos finales. A pesar de que ayer por la mañana se abrió la línea AVE entre Madrid y Barcelona, los primeros convoyes del día registraron retrasos -de en torno a 30 minutos- al tener que reducir su velocidad a 80 km/ hora en la zona del incidente. Según trascendió ayer, Renfe ya ha abierto una investigación para aclarar las causas del percance, que habría ocasionado el sobrecalentamiento del primer boggie de la locomotora.

Durante una visita a la Autovía del Cantábrico, la ministra de Fomento, Ana Pastor, garantizó ayer que Renfe devolverá a los viajeros afectados por la avería el importe íntegro de sus billetes. Desde la operadora ferroviaria se señalaba poco después que los usuarios perjudicados recibirán además billetes de ida y vuelta para que puedan realizar un viaje por territorio nacional entre el 1 de septiembre y 31 de diciembre. La titular de Fomento recordó que cada año se mueven en ferrocarril 450 millones de personas en España y que al ministerio le gustaría que "nunca" hubiese problemas, "pero desafortunadamente siempre hay alguno". "No está en mi mano que no haya ningún problema", insistió Pastor. Para hacer la experiencia más llevadera a los afectados, Renfe ofreció a los viajeros almuerzos a su paso por Logroño y una carta oficial en la que pedía disculpas. En el ayuntamiento riojano se subió además un empleado para limpiar. Según anota el gestor ferroviario, los usuarios recibieron bocadillos, fruta y bebidas otra vez en las estaciones de León y Ourense. A aquellos viajeros que habían programado enlaces también se les facilitó una alternativa. El grueso del pasaje se habría apeado en paradas intermedias, anteriores a Vigo. Desde Renfe se explicaba ayer que se ha iniciado una investigación "para determinar las causas que han originado esta incidencia, que por el momento se desconocen".

Quince horas de trayecto

El Tren Hotel entre Vigo y Barcelona es un servicio diario que enlaza, por las noches, las estaciones de la Ciudad Condal y Guixar en cerca de 15 horas. En concreto, el convoy parte de Barcelona-Sants a las 20.20 h y llega a Vigo 15 horas y 18 minutos después; mientras su complementario arranca de Guixar a las 17.55 h y toca la capital catalana a las 8.49 h. Aunque no es frecuente que se produzcan demoras como la que ocasionó el incidente de Ballobar, la de ayer no es el primer retraso que pesa en el historial del enlace. En marzo de 2013 la avería de una locomotora en Burgos generó un retraso de cerca de 180 minutos. Según apuntaron entonces fuentes del gestor ferroviario el motivo fue una falta de tensión en la locomotora, lo que obligó al convoy a detenerse en algún punto intermedio entre Burgos y Logroño a la espera de que otra máquina le tomase el relevo.