La Porta do Sol fue escenario ayer de una operación inédita en Vigo: el montaje de las primeras escaleras mecánicas públicas de la ciudad, que empezarán a funcionar en septiembre. Una grúa levantó a mediodía los dos tramos de la conexión, cada una con un peso de 7,7 toneladas y una longitud de 15 metros, en una compleja operación desarrollada al lado de la emblemática escultura del Sireno y en la que participaron casi una docena de operarios de la contrata que ejecuta las obras. La nueva instalación permitirá salvar un desnivel de 10 metros de altura y facilitar el acceso a la calle Abeleira Menéndez, en las proximidades de Praza do Rei. Tras su puesta en marcha aún quedará una segunda fase para colocar una cubierta sobre las escaleras y proteger así a los peatones, obra que ya tiene consignación en el presupuesto municipal. La inversión alcanzará en conjunto los 1,2 millones de euros.

"En los próximos días se instalará el cableado y quedará toda la zona acondicionada", manifestó el alcalde en una visita a la Porta do Sol durante la maniobra de izado de las piezas acompañado por la primera teniente de alcalde, Carmela Silva, y el concejal de Fomento, David Regades. Las escaleras mecánicas se han colocado en la calle II República y serán exclusivamente de subida. Queda así un espacio de paso en sentido descendente a través de los peldaños de piedra. Esta primera fase de la obra incluye la mejora de la iluminación y la sustitución de la red de pluviales.

El modelo está basado en sistemas similares ensayados con éxito en ciudades como Vitoria, Barcelona, Santander o Sevilla. Las obras, adjudicadas a la empresa Civis Global, arrancaron en marzo tras realizarse los obligatorios sondeos arqueológicos. Una vez concluida la primera fase, en septiembre, se abordará la instalación de la cubierta, y está previsto finalizar toda la actuación en el primer semestre de 2015.

Vigo Vertical

La puesta en marcha del nuevo sistema para mejorar la accesibilidad en el casco urbano es la primera actuación del proyecto Vigo Vertical, que incluye la instalación de medios mecánicos en distintos puntos estratégicos de la ciudad. En septiembre arrancará la segunda obra de estas características con la instalación de un elevador entre las calles Pi y Margall y Camelias, una zona densamente poblada pero mal comunicada. El presupuesto asciende a 600.000 euros y el plan incluye fases sucesivas para conectar Beiramar con Hispanidade, salvando una cota de 87 metros.

El estudio del Concello para mejorar la accesibilidad con medios técnicos en zonas céntricas con cuestas empinadas incluye ocho corredores, varios de ellos en el Casco Vello, donde están las mayores pendientes, de más del 12%. El programa requiere de una inversión pública de más de diez millones de euros, aunque una de las actuaciones se incluye en el proyecto privado para urbanizar el Barrio do Cura, que prevé la instalación de varios elevadores para conectar O Berbés y Torrecedeira con el Paseo de Alfonso. Otro de los proyectos es la unión de García Barbón con Vía Norte, en este caso a través de la futura estación del AVE en Urzáiz, en fase de construcción, y del edificio Vialia diseñado por Thom Mayne, aún pendiente de ejecución.