La renovación de la fachada de la Praza do Berbés, una actuación estratégica esperada largos años por el deteriorado estado que presenta la que fue cuna de la ciudad, tiene ya su actuación estrella: un nuevo edificio de la Universidad de Vigo que acogerá la sede de su reconocido Centro de Linguas y también dependencias que permitirán a la institución académica recuperar su presencia urbana tras el traslado de las oficinas centrales desde la calle Areal al campus en 2006. El Rectorado ha mantenido en los últimos meses conversaciones con los responsables del Consorcio Casco Vello, propietario de ocho inmuebles en la plaza, para ocupar tres solares lindantes, los números 11, 13 y 15, en los que construiría su nuevo equipamiento. El proceso se encuentra a un paso de cerrarse al estar previsto llevar la cesión gratuita de las fincas, según revelan fuentes del Consorcio, al próximo consejo de administración de este ente, reunión que se celebrará a lo largo de la semana entrante.

El organismo público encargado de la rehabilitación del Casco Vello (participado en un 90% por la Xunta y en un 10% por el Concello) compró en octubre de 2013 los edificios, tres antiguas casas marineras con alto valor histórico y urbanístico, a la empresa Curros Enríquez S.L. por 1,1 millones de euros. Hace unos meses planteó promover allí pequeños hoteles con encanto para revitalizar la antigua Ribeira. La iniciativa no cuajó tras los contactos con el sector hostelero, que mostraron escaso interés en la coyuntura actual de crisis. La Universidad, por su parte, lleva tiempo buscando una ubicación urbana para su Centro de Linguas y mantuvo conversaciones con el Consorcio del Casco Vello. Todo apuntaba a que el lugar elegido para este equipamiento sería el número 27 de la calle Real, edificio lindante a la futura sede de los registros de la propiedad, que se trasladarán a sus nuevas instalaciones en septiembre al haber terminado este mismo mes las obras de rehabilitación.

Sin embargo las conversaciones se reorientaron hacia O Berbés tras interesarse la Universidad por las parcelas número 11, 13 y 15. El Consorcio también ve una atractiva oportunidad en el proyecto de instalar allí el edificio universitario, ya que puede servir de acicate para impulsar la rehabilitación de la antigua Ribeira tras muchos años de anuncios de las diferentes administraciones públicas que, hasta ahora, no se han materializado en obras de entidad.

Derecho de superficie

Las negociaciones entre Consorcio y Universidad han llegado a buen puerto y está previsto, a falta de que lo autorice el consejo de administración del organismo encargado de la rehabilitación del casco histórico, firmar un contrato por el cual se constituirá un derecho de superficie a favor de la institución académica sobre las tres parcelas. Allí construirá un edificio para usos docentes y administrativos en el que, según las citadas fuentes, prevé instalar el Centro de Linguas y varias oficinas del Rectorado. El periodo de cesión de las parcelas será de 40 años, al cabo de los cuales las instalaciones revertirán en el Consorcio.

El Plan Especial de Protección del Casco Vello, que regula urbanísticamente todo el ámbito del barrio histórico, admite estos usos en las tres parcelas, con lo que no existe incompatibilidad alguna que impida o retrase el proyecto. La ficha de las edificaciones permite bajo y tres plantas en los tres casos, con galería en la última, y obliga a conservar las fachadas y otros elementos como balcones, barandillas y carpinterías de madera. Los inmuebles se unirían consiguiendo una superficie útil de 1.500 metros cuadrados.

El centro de idiomas ha experimentado un enorme aumento de la demanda en los últimos años, triplicando su alumnado desde 2010. El edificio de la Praza do Berbés colocaría las instalaciones en una localización céntrica y emblemática. El uso de oficinas permite al Rectorado cumplir otro de sus objetivos, el de recuperar la presencia urbana perdida hace ocho años con el traslado de su sede central al campus de As Lagoas-Marcosende. Los responsables de la institución emprendieron hace años conversaciones con el Concello para la cesión de un local precisamente en el barrio histórico sin que hasta la fecha se cerrase una ubicación. La solución llegaría con el equipamiento de Praza do Berbés, lo que facilitaría hacer gestiones sin necesidad de desplazarse al campus y situaría a la Universidad en un lugar privilegiado y simbólico de Vigo.