La Comisión Europea (CE) pasa de las advertencias a la acción en materia de subvenciones ilegales a aerolíneas. Tras años amenazando con intervenir, Bruselas acaba de ordenar a Ryanair que devuelva varios millones de ayudas recibidas en Francia similares a las que la Xunta de Galicia le concedió a la misma aerolínea solo en Santiago entre los años 2005 y 2013. La polémica low cost irlandesa tendrá que reintegrar 9,6 millones que recibió en los aeropuertos de Nîmes, Pau y Angoulême. "La Comisión ha demostrado que estas aerolíneas (Transavia también se ve afectada) cobran menos que los costes adicionales derivados de su presencia en el aeropuerto. Por tanto, se beneficiaron de una ventaja económica indebida, lo que distorsiona la competencia en el mercado único. Francia debe recuperar la ayuda incompatible de las empresas que recibieron con el fin de restablecer la igualdad de condiciones", exige la Comisión Europea en un comunicado.

La distorsión del mercado es precisamente uno de los factores que han provocado un trasvase de viajeros desde el aeropuerto de Vigo hacia el de Lavacolla, pero también hacia Oporto. Los apoyos públicos a Ryanair en ambas terminales hace casi imposible que las aerolíneas de Peinador puedan competir con sus precios. Esta circunstancia, unido a la crisis económica, ha provocado que la terminal olívica haya perdido más de la mitad de su pasaje desde el año 2007.

Esta decisión se produce además una semana después de que el eurodiputado socialista José Blanco pidiera a la Comisión Europea que aclarara la legalidad global de estas ayudas y, particularmente, las de Galicia.

"El dinero de los contribuyentes no debe utilizarse para dar una ventaja indebida a determinadas compañías aéreas, distorsionando así la competencia en el seno del mercado único europeo", manifestó el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Competencia, el español Joaquín Almunia, sobre los apoyos de Francia.

"Las reglas de la Unión Europea sobre ayudas de Estado en el sector aéreo permiten a las autoridades públicas conceder apoyo público cuando está justificado, es decir, cuando mejora la accesibilidad de una región y permite responder a las necesidades de los ciudadanos en materia de transportes", agregó Almunia. No obstante, entre las directrices hay varias exigencias que presumiblemente Ryanair no habría cumplido en Lavacolla. Entre ellas, la presentación de un plan de negocio que establezca que la ruta será rentable sin financiación en 2 años -Londres y Fráncfort estuvieron siete años pagándose-; o permitir la concurrencia de otras compañías aéreas, entre otras.

Si la Comisión Europea tomara una decisión similar con Ryanair en Santiago, la aerolínea debería devolver más de 7 millones de euros. Esta fue la cantidad que la Xunta le concedió desde 2005. El convenio se remonta a un año antes, cuando fue firmado por el gobierno de Manuel Fraga. El bipartito PSOE-BNG lo heredó y le dio continuidad. Lo mismo que hizo luego el Ejecutivo liderado por Alberto Núñez Feijóo. Aunque el actual Gobierno concedió también ayudas a Alvedro y Peinador, en 2012 las cesó. No así en Lavacolla, donde las prorrogó hasta 2013, recibiendo un millón de euros cada año mientras el aeropuerto de Vigo estaba sin apoyo alguno, y el de A Coruña lo financiaba -y financia- su gobierno local, liderado por el popular Carlos Negreira.