"El objetivo básico es que hablen y que se suelten practicando francés. Todo lo que enseñamos está enfocado a la mejora de la expresión oral. Además, de esta manera se consigue que los alumnos desarrollen el oído y la comprensión", declara Florent Noël, profesor del nivel B1 durante el verano. Tras 20 años en la academia viguesa, Florent determina que las dificultades de los alumnos "se caracterizan sobre todo por problemas de pronunciación, puesto que en muchos casos, la gramática la aprendieron en el colegio, pero no ha sido implementada en la capacidad de comunicación".

Aurore Héduy, maestra a cargo del nivel para principiantes, aplica en sus clases una dicotomía para favorecer el progreso en todas las dimensiones del francés: "Las clases son muy dinámicas y permiten trabajar tanto la parte oral como la parte escrita. Sin embargo, en el aula solemos dedicar más tiempo a la mejora del habla, mientras que la expresión en papel se completa con tareas que los alumnos realizan en sus casas".

Florent y Aurore cuentan con formación específica en traducción y docencia de francés para extranjeros y, además, se muestran satisfechos por el sistema y entorno de la Alianza Francesa. "Los medios de los que dispone la institución acrecientan las probabilidades de éxito del alumnado dado que se trabaja sobre documentos auténticos como reportajes, extractos de telediarios o programas de televisión galos de actualidad", señala Florent. Del mismo modo, Aurore considera "clave" la ejecución de la labor docente a través de grupos reducidos, "algo que beneficia la asimilación de contenidos y la atención personalizada".

Verano tras verano, estos educadores son fieles a su cita con unos alumnos, que califican su labor como "magnifique".