A la conclusión del derribo de la nave de Frigoríficos Berbés le siguen ahora los trabajos para vaciar por completo el solar de los elementos todavía aprovechables que conserva el inmueble en la parte que quedó en pie tras el incendio registrado el pasado verano. De ahí la inusual actividad que registraba ayer por la mañana el callejón de la Avenida de Beiramar donde se ubican las instalaciones de la desaparecida compañía por parte de empresas especializadas en la retirada de chatarra.

Estos trabajos durarán todavía varios días. Entretanto, el Concello ya remitió al administrador concursal que tutela los bienes de la extinta empresa frigorífica la factura de 197.000 euros que abonó por la demolición de parte de la nave. Un derribo que ejecutó por motivos de seguridad ante el peligro de desplome de la estructura, debilitada por un grave incendio en verano de 2013.