El eco sobre la activación de los radares de Beiramar para que puedan también "cazar" de frente a los vehículos que superan el límite de 50 km/h, como adelantó este periódico, ha provocado en solo tres días una espectacular caída de las infracciones. El miércoles pasado comenzaron a "disparar" por primera vez en ambos sentidos de circulación. El factor sorpresa fue determinante. Sólo en esa jornada se detectaron 875 excesos de velocidad. La media diaria era hasta entonces de 12. La noticia llegó al oído de muchos pilotos, y al día siguiente el número de sanciones cayó hasta las 252. El viernes fueron ya solo 58.

La Concejalía de Tráfico decidió activar los cinemómetros para poder fotografiar a los coches que circulan por el carril opuesto tras detectar que muchos conductores exprimían su acelerador muy por encima de los 50 km/h en los tramos del túnel en los que daban por hecho que el radar solo "disparaba" a la trasera del vehículo. Y así era hasta el pasado miércoles. El test de los agentes certificó la situación. El número de infracciones no solo fue elevado -sacaron una media de 37 fotos a la hora- sino que la velocidad media registrada por los 875 infractores fue de 93 km/h, casi el doble a lo que está limitado el subterráneo (conlleva 500 euros de sanción económica y la pérdida de 6 puntos del carné). Muchos superaron los 100 km/h. La infracción más grave, y que se tramitará por la vía penal, fue la de un piloto que pasó junto a una de las cabinas a más de 130 km/h.

La velocidad media de los pilotos sorprendidos el jueves se redujo a 84 km/h ( 400 euros de multa y la pérdida de 4 puntos del carné). Mientras que el viernes, cuando solo fueron sorprendidos 58 conductores, fue de 85 km/h.

Los radares del túnel de Beiramar han sacado solo en tres días 1.185 fotografías, lo que supone un 30% de todas las realizadas el año pasado (3.846). Si bien es cierto que hay tres cabinas, el radar no está siempre dentro de ellas, aunque habitualmente al menos en una siempre se instala.

Muchos infractores han comenzado a quejarse en las redes sociales. Algunos critican que el flash de los radares "les ciega" y que puede desencadenar un accidente. Otros, conductores de coche principalmente, denuncian incluso la "discriminación" que supone respecto a los motoristas, que no llevan placa de matrícula delantera y no podrían ser fotografiados de frente aunque excedieran el límite de 50 km/h.