El zoo de A Madroa reinventa el concepto tradicional de aula para cautivar a los más pequeños. Y lo hace, además, fiel al estilo de Edgar Rice Burroughs, el creador del emblemático personaje de Tarzán. El Concello proyecta construir en el parque de A Madroa -pegada al tronco de uno de sus numerosos árboles- una cabaña desde donde los niños puedan adentrarse en los secretos de la naturaleza. "Será un espacio de 21 metros cuadrados y una terraza de 17 m2 pensado para que los alumnos puedan contemplar las estrellas y aprender astronomía u observar a las aves", explica la edil de Medio Ambiente, Chus Lago. La cabaña estará dotara de diez camas -nueve infantiles y una para un adulto- y un sanitario para que los más jóvenes puedan disfrutar de la experiencia de dormir en el zoo, en contacto directo con la naturaleza y sus lecciones.

"Disfrutar de una cabaña cuando se es niño resulta una experiencia maravillosa... Y si además ayuda a aprender, mejor", explica Lago, quien resalta el valor "pedagógico" del proyecto. Según afirma, los padres con los que ha comentado la iniciativa se muestran entusiasmados. En la Concejalía de Medio Ambiente disponen ya de los diferentes planos de la cabaña y la edil confía en arrancar las obras de inmediato. Su intención, explica, es que esté lista "a finales de julio o agosto" para estrenarla cuando mayor uso se le puede dar: durante los meses de verano. El presupuesto total ronda los 20.500 euros.

Abrazada a una acacia

Los planos del Concello reflejan ya la forma que tendrá la cabaña: una "L" invertida, abrazada a una acacia, que se anclará al suelo gracias a una decena y media de pequeñas columnas. Sus moradores podrán acceder a través de una pasarela -con tensores y red- conectada al paseo mediante un bastidor metálico. Además de las literas, los usuarios podrán usar un pequeño aseo químico de 1,5 m2 y disfrutar de la terraza. Para llevar los víveres hasta el interior de la cabaña los técnicos de Medio Ambiente han pensado en una roldana. El lugar escogido para instalar la construcción se sitúa -en un inicio, al menos- cerca de la entrada del zoológico, junto al paseo por el que los visitantes se adentran en el parque. La cabaña se plantea de tal forma que junto a los niños haya -también de noche- un adulto.

En la actualidad el zoo ya dispone de un albergue para que los jóvenes puedan pasar la noche durante sus visitas educativas. Situada sobre la cafetería, en la entrada del parque, el espacio dispone de plaza para 60 estudiantes y una decena de monitores, además de duchas y aseos. Con la cabaña se pretende dar un nuevo paso y acercarse todavía más a la naturaleza. Lago resaltaba ayer la gran afluencia de visitas escolares que registra cada año el zoo y el éxito que ya cosecha el albergue. Los alumnos suelen acudir en fin de semana durante los meses de invierno, otoño y primavera y en estancias más largas, de varios días, en verano.

En los últimos meses A Madroa incorporó nuevos atractivos, como varios acuarios con caballitos de mar y un pulpo, el replanteamiento del "mariposario", la mejora del hábitat de los simios, o la incorporación de ualabíes, pecaríes o un puercoespín que le han permitido un repunte notable de las visitas.