Entre fuertes medidas de seguridad, la Comunidad de Montes de Cabral pretendía someter ayer a la aprobación de los comuneros tanto las cuentas del último trimestre de 2013, como el presupuesto para 2014 y nuevos proyectos de inversión para el ejercicio en curso. En casi cuatro horas de asamblea ordinaria, los miembros de la entidad solo decidieron sobre el primero de estos asuntos, antes de que el presidente, Luis Rodríguez, levantara la sesión por la polémica surgida por el sistema de votación.

Por los disturbios de anteriores citas, en el Ifevi se desplegó un dispositivo con 7 furgones policiales y una veintena de agentes de seguridad privada. En la cita estuvieron representados 590 de los alrededor de 850 comuneros de Cabral. El ambiente empezó a caldearse con la lectura del acta de la sesión anterior. Los críticos denunciaron que no recoge sus intervenciones.

La posterior presentación de las cuentas del último trimestre de 2013 suscitaron un bronco debate. Las de los anteriores 21 meses -de enero de 2012 a septiembre de 2013- se aprobaron en la asamblea celebrada en diciembre y ahora están impugnadas en los tribunales. Solo por esto, los opositores ya consideran que no se deberían haber presentado ayer porque "acabarán también en el juzgado". Además, denuncian que la directiva les ha impedido acceder a los documentos contables para revisarlos. El presidente lo reconoce: "Tienen derecho a ver las facturas, pero no se les va a permitir porque hacen un mal uso de ellas. Se dedican a difamar. Decían que faltaban dos millones". Transigirá cuando un juez se lo ordene, expone. La entidad cerró 2013 con un saldo de 2,9 millones de euros.

Las cuentas se votaron a mano alzada, después de que la directiva rechazara la propuesta de realizarlo en urna, firmada por 309 comuneros. Los votos delegados se cantaron en alto por llamamiento. La directiva contabilizó 183 sufragios a favor y 149 en contra (322 en total). El recuento del sector crítico no coincide: los contrarios vencen con 281 votos frente a 209 (490, en total). Los ánimos se exacerbaron y la seguridad privada dispuesta ante el estrado -llegaron a estar 15 agentes- impidió que los críticos se acercaran a la directiva. Se debatió el presupuesto "orientativo" de 2014 -con una previsión de resultado deficitario de 357.000 euros, que reduciría el saldo de la comunidad a 2,58 millones-, pero el presidente suspendió la sesión durante la votación en contra alegando que había opositores que alzaban las dos manos.

Así, no se pudieron debatir los proyectos de inversión previstos para 2014, entre los que figura la construcción de un paseo por el Lagares, la regeneración de una finca junto al Martín Códax y la creación de un jardín cerca de la ITV. El presidente pretende continuar con ellos, aunque no se hayan sometido a votación.

Las últimas cuatro asambleas han costado a la comunidad 47.000 euros, a pesar de que no paga por el espacio del Ifevi al limpiar sus montes.

Sin voto | Si un comunero no podía acudir a una asamblea, hasta ahora, delegaba el voto en alguien de la familia. Con la impugnación de la asamblea de diciembre en los tribunales, la directiva ha optado por ajustarse a la normativa de montes, que solo permite delegarlo en otro comunero. "Antes había flexibilidad, pero ahora que nos denuncian, el juez puede considerar que por esto la asamblea es ilegal", defiende Luis Rodríguez. Un grupo de mujeres se concentró contra esta decisión a la entrada de la asamblea. José Nogueira, comunero desde la creación de la junta, también protestó porque se le ha retirado esta condición al no pernoctar en Cabral, donde sigue censado y desarrolla su actividad agrícola.