La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, acogerá la próxima semana un juicio contra una organización internacional acusada de introducir en Galicia y el resto de España, a través de aeropuertos portugueses, cocaína procedente de Sudamérica. Los cuatro imputados de la denominada Operación Pescada, desarrollada en enero de 2013, afrontan penas que suman en total 43 años de cárcel al atribuirles la Fiscalía un delito contra la salud pública y otro de integración en grupo criminal.

La vista se celebrará los próximos días 4 y 5 de junio. El representante del Ministerio Público solicita una condena de 10 años de cárcel para uno de los acusados, mientras que demanda 11 años para cada uno de los tres restantes. Además, demanda que cada uno de ellos abone una multa económica que asciende a un millón de euros.

La acusación pública relata en su escrito que los procesados formaban parte, junto con otras personas no identificadas, de un grupo organizado que presuntamente se dedicaba al tráfico de drogas mediante el despliegue de actividades tendentes a traer cocaína desde Sudamérica camuflada en maletas, que entraba en la Unión Europea a través de aeropuertos portugueses. La droga, prosigue el fiscal, se introducía y distribuía después en España. El operativo se desplegó en enero de 2013, cuando la policía lusa detuvo a uno de los acusados en el aeropuerto de Sà Carneiro de Oporto: fue arrestado tras recoger una maleta procedente de Caracas que contenía casi 16 kilos de cocaína. El estupefaciente hubiese podido alcanzar en el mercado un valor de 581.000 euros.

Además del detenido en Portugal, un joven luso de unos 30 años, la operación, en la que colaboró la Guardia Civil, se saldó con otros ocho arrestados en la provincia pontevedresa, todos extranjeros. Dos de ellos, uno de origen luso y otro brasileño, ambos con numerosos antecedentes, estaban asentados en ese momento en Vigo, mientras que otro vivía en Tui. Otros de los apresados tenían residencia en Madrid. La organización delictiva tenía contactos en Brasil y en Venezuela.