El Concello no solo está allanando el camino de los motoristas multiplicando el número de plazas de aparcamiento, sino también blindando a los pilotos. Un toque en un coche puede quedar en un simple problema de chapa y pintura. Pero el mismo golpe en una moto podría causar daños graves al piloto. Por ello, y ante el elevado número de usuarios, cada vez son más las medidas de seguridad que está implantando la Concejalía de Tráfico.

Entre las primeras que comenzó a aplicar y que ya está extendida en multitud de calles como Brasil, avenida de Castrelos o Arquitecto Palacios, entre otras, son las zonas adelantadas para motoristas. Estos espacios ubicados en los semáforos, entre el paso de peatones y la línea de frenado de los turismos, permite arrancar con mayor comodidad y seguridad a los pilotos.

La apuesta de Tráfico por las motocicletas se reforzó todavía más en 2013 al igualar su categoría a la del transporte público permitiendo su circulación por todos los carriles bus de la ciudad.

La última medida aplicada y que pretende extender poco a poco por toda la ciudad es la creación de pasos de peatones antideslizantes. Ahora ya hay más de diez. Se trata de zonas de cruce con en torno a un 75% menos de pintura que los tradicionales "cebreados". Este modelo, de dos franjas de tacos blancos paralelos que demarcan la zona de paso de los viandantes funciona ya con éxito en ciudades como Madrid. La intención del Concello es ir implantándolos a medida que realice reformas en calles o cuando sea necesario repintar algún paso desgastado.