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Peinador: Una historia de altos vuelos

Más de 20 millones de viajeros pasaron por Peinador desde su inauguración en 1954

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Años 60: Fotografías aéreas del aeropuerto de Vigo

El sueño aéreo impulsado y trabajado con el propio sudor y esfuerzo de los vigueses en los años 30 se convierte hoy en sexagenario. Al filo de las doce del mediodía se cumplirán 60 años del primer avión comercial que tomó tierra en Peinador: un Iberia procedente de Madrid con 22 viajeros a bordo. Aquel acontecimiento marcó un hito. Las entre 24 y 30 horas que se necesitaban para llegar a la capital en tren o en coche quedaban reducidas a menos de dos horas. Pero el low cost tan extendido ahora era impensable y solo los bolsillos más adinerados podían permitirse el pago de las casi 1.000 pesetas que costaban los primeros billetes de ida y vuelta. En 1954 era todavía un aeropuerto muy rudimentario. Su pista apenas tenía 1.500 metros (ahora llega a los 2.400) y su terminal, en forma de V, era poco más que una caseta.

Su ubicación en las inmediaciones de la vieja estación del tranvía de Peinador (nombre que recibía por homenaje al presidente del consejo ferroviario, que tenía así se apellidaba) fue de casualidad. A finales de 1920 el Gobierno tenía previsto construir un aeropuerto en las Gándaras de Budiño (O Porriño). Pero el proyecto no terminó de arrancar. En 1936, con el estallido de la Guerra Civil, se quiso relanzar. El geógrafo Francisco Senac acudió a la zona con militares para ver si se podía hacer una pista para el despegue de unos cazas que iban a llegar en barco a Vigo. Pero la zona estaba inundada. De camino a Valladares, donde iban en busca de otro terrenos, vecinos de Mos se ofrecieron a mostrarles los terrenos de Peinador. José Lorenzo Taibo, que tenía una casa de comidas, les entregó un rudimentario boceto que le había hecho Jenaro de la Fuente. Los técnicos validaron aquella propuesta que daría lugar al levantamiento de Peinador en su enclave actual.

Recaudación de fondos

Pero la obra no logró terminarse a tiempo para la llegada de los caza, que tuvieron que llevarse por carretera a León. El Ayuntamiento de Vigo no quiso que se muriera el proyecto y continuó por su cuenta con el apoyo de empresas locales. La autoridad militar estableció en 1936 el trabajo obligatorio dos días al mes para los hombres de entre 20 y 50 años. El pago de 12 pesetas eximía de esta labor. También se lanzó una campaña pro aeropuerto de recaudación de fondos.

Pero el esfuerzo de los vigueses no tuvo recompensa inmediata. A finales de 1937 se abría un vuelo Sevilla-Salamanca-Valladolid-Santiago y la obra de Peinador quedó en un segundo plano. Se eliminó la prestación de trabajo personal y las obras se pararon.

El empeño de la ciudad por sacar adelante el aeropuerto se relanzaron en 1946. El Ministerio del Aire aceptó apoyarlo si la corporación local adquiría los terrenos. Y así fue hasta que el 20 de abril se abrió al tráfico aéreo civil y se inauguró oficialmente 5 días después. Como curiosidad, la orientación este-oeste de la pista que se había explanado con enorme esfuerzo en los años anteriores fue desechada por ser inútil para la explotación aeronáutica y se realizó la orientación norte-sur que hay hoy en día. Ese año sumó 377 aeronaves y 8.543 viajeros.

Y aunque un avión de Iberia estrenó Peinador, la aerolínea Aviaco fue la principal y casi única protagonista en los siguientes años. En el verano de 1955 entró de forma regular en la ruta a Madrid permitiendo que el aeropuerto tuviera por primera vez un avión diario a la capital sumando los de ambas compañías. Pero Iberia suprimió su ruta en 1958. Ese mismo año Aviaco lanzó un peculiar enlace con un avión Bristol y que fue apodada como El Transiberiano: Vigo-Oviedo-Bilbao-Zaragoza-Barcelona. Entre escala y escala tardaba casi 6 horas de punto a punto.

En el año 59 Aviaco suspendió temporalmente sus rutas y en el 60 volvió a cubrir la ruta a Barajas con un avión Convair Metropolitan. En esa década se llevaron a cabo las primeras mejoras del primitivo edificio terminal así como de los acceso al aeropuerto. Se pasó de 6.260 pasajeros y 225 aeronaves en 1960, a 25.299 y 1.296 respectivamente en 1970. Oficialmente su nombre pasó de Aeropuerto de Peinador a Aeropuerto de Vigo en septiembre de 1965.

En los años 70 Aviaco comienza a utilizar los populares Fokker F27 de 44 plazas que empleaban ya solo 90 minutos entre Vigo y Madrid. Fue la década en la que se levantó en la ubicación actual la torre de control y la terminal. La primera, en 1973. Un año después, el edificio de pasajeros. En su construcción se invirtieron 23 millones de pesetas. Ese primer inmueble, de una sola planta, presumía de 120 metros de longitud y 45 de ancho, estaba dotado de cafetería, una amplia cristalera hacia el Este o seis mostradores de facturación, entre otros servicios. También se amplió la zona de maniobras de las aeronaves y la pista se alargó hasta los 2.200 metros.

Reactores

A principios de los 80 se acumulan varios hitos. La ampliación de la pista supuso un revulsivo para el aeropuerto, ya que permitió el aterrizaje de los aviones reactores, mucho más rápidos. Fue en 1981 cuando tomó tierra uno de los primeros de Aviaco. Fue el Castillo de Sotomayor , el 1 de abril, que se bautizó en Vigo con una copa de vino durante un acto oficial. Esta aeronave redujo a solo 55 minutos la duración del viaje a Barajas. En noviembre de ese año aterrizó ademñás el primer vuelo internacional procedente de Suiza y que traía a un grupo de trabajadores temporeros gallegos.

En los años 90 se realiza la primera ampliación de la terminal, que pasa a tener dos pisos y 8.000 metros cuadrados. Las pista se lleva hasta los 2,4 kilómetros actualmes. Además de Aviaco, comienzan a verse con más frecuencia en Peinador otras aerolíneas -la mayoría con vuelos charter o estacionales- como Air Europa, Air Nostrum o Spanair. En 1993, Aviaco estrena el primer vuelo internacional regular a París (Orly). Operaba de lunes a viernes y hacía una escala técnica en Valladolid. Peinador cerró la década con más de 620.000 viajeros (1999) y un grave accidente (1993) que por fortuna quedó en un susto. Un avión procedente de Madrid se incendió al tomar tierra. Pese a la aparatosidad del siniestro, de los 109 viajeros solo hubo que lamentar 14 heridos leves.

Luego Iberia coge inicialmente el testigo de las rutas de Aviaco tras absorberla. El aeropuerto comienza a crecer de forma imparable en el año 2000 hacia el millón de viajeros. El obstáculo que suponían los problemas de visibilidad para el aterrizaje por las intensas nieblas fue resuelto a partir de 2004 con la instalación del sistema ILS categoría II/III que permitió reducir considerablemente los desvíos en días de baja visibilidad. Ese mismo año, en junio, el aeropuerto estrenó la primera ruta regular directa internacional: el vuelo a París de Air France que cumple una década en junio.

Años del despegue

En 2005 el aeropuerto consiguió por primera vez llegar al millón de viajeros anual. Ese año tuvo hasta 12 destinos directos: Madrid, Barcelona, París, Valencia, Bilbao, Tenerife, Málaga o Mallorca, entre otros. Al año siguiente superó los 1,1 millones de usuarios y, en 2007 marcó su techo histórico con 1.405.968 y rozó las 2.000 toneladas de mercancías. Era líder en la ruta a Madrid en el noroeste español.

La crisis económica y la competencia que sufrió desde entonces por las ayudas a aerolíneas en otros aeropuertos como el de Santiago u Oporto lo llevaron a caer a los menos de 700.000 viajeros anuales con los que cerró 2013. Entre medias se produjo otro hito en el verano de 2011, cuando por primera tuvo tres destinos internacionales en Peinador: Londres, Bruselas y París.

Los últimos cinco años fueron también los del gran crecimiento de la terminal. El parking se amplió hasta las 2.500 plazas actuales y el edificio terminal, recién inaugurado, tiene ahora 22.000 metros cuadrados y capacidad para dar servicio a 4 millones de viajeros.

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