El plan del Barrio do Cura, donde el promotor y exfutbolista Valery Karpin proyecta construir una urbanización con 350 viviendas, ha cubierto la última etapa del camino para su aprobación final. La Dirección Xeral de Patrimonio Cultural remitió el miércoles al Concello el dictamen favorable definitivo tras examinar los últimos ajustes introducidos por el arquitecto Alfonso Penela. La Gerencia de Urbanismo empezará mañana a preparar su informe y, según fuentes municipales, el plan se elevará al pleno de la Corporación para su visto bueno en el plazo de dos semanas. A partir de entonces Karpin y sus socios -el también exfutbolista céltico Míchel Salgado y el empresario José Crespo- tendrán vía libre para poner en marcha la operación, cerrando previamente el acuerdo con los bancos acreedores BBVA y Santander, y con el inversor ruso que quiere participar en el proyecto.

Patrimonio había emitido informe favorable en enero condicionado a una serie de cambios, principalmente para garantizar el respeto a la normativa arqueológica y una integración "armoniosa" de la urbanización en el entorno. El arquitecto autor del proyecto se puso manos a la obra y, aunque el dictamen era positivo, las modificaciones debían ser supervisadas por la dirección xeral para comprobar el cumplimiento de sus requisitos. Esta circunstancia ha propiciado el retraso en el calendario de aprobación. Ahora que las correcciones han sido validadas, el último paso depende solo de la celeridad del Concello, La agilidad está garantizada puesto que el proyecto cuenta con todos los informes favorables y el gobierno local ha mostrado su apoyo claro al plan, la mayor operación pendiente en el Casco Vello, que regeneraría todo el ámbito entre el Paseo de Alfonso y la ribera de o Berbés, un amplio espacio en un enclave privilegiado ahora en un lamentable estado.

Los promotores también tienen prisa, ya que nuevos retrasos podrían reactivar la presión de los bancos, que estuvieron a punto de ejecutar en varias ocasiones subastas judiciales de bienes que echarían por tierra toda la operación. A finales de enero el BBVA suspendió in extremis dos pujas que incluían el antiguo asilo de Pi y Margall y otras parcelas y edificaciones por un importe superior a los 18 millones de euros.

El banco la aplazó 60 días, con lo que el paréntesis vencería en abril, pero dado que el proceso solo se ha demorado por cuestiones administrativas, sin llegar a estancarse, la operación sigue viva. El interés de un inversor ruso en entrar en el proyecto de la mano de Karpin, dio a la entidad bancaria garantías suficientes de que el proyecto aún es viable. El otro banco, el Santander, había confiado con más antelación en un acuerdo. En marzo del año pasado paralizó las subastas.

La aprobación definitiva del Plan Especial es la señal que necesitan los promotores para cerrar el acuerdo de financiación. Una vez que el pleno dé su visto bueno y Karpin&Asociados solucione sus deudas y obtenga liquidez, la operación puede arrancar con la demolición del antiguo asilo de Pi y Margall y las casas del viejo barrio. El camino hasta la regeneración total aún será largo, dada la dimensión del proyecto. El plazo estimado para concluir la urbanización es de cinco años.

La aprobación plenaria pondrá fin al largo recorrido administrativo del proyecto inmobiliario, lastrado por lentitud burocrática, diferencias sobre las condiciones de vivienda protegida incluidas en la versión final del Plan Xeral, y dificultades de financiación debido precisamente a los retrasos. Karpin lanzó la iniciativa en 2004, cuando el mercado inmobiliario vivía sus mejores tiempos, y la aprobación definitiva llegará una década después.

El informe final de Patrimonio señala un pequeño error en el texto de un párrafo y otro de grafía, así como algunas cuestiones básicas sobre la ordenación, principalmente respecto a uno de los edificios, en el que se debe garantizar la "permeabilidad y ligereza" de las plantas superiores. De ese modo Penela deberá introducir "de forma explícita y concluyente las condiciones de materialización y construcción de las dos últimas plantas", reza el texto, al que ha tenido acceso FARO. En todo caso las correcciones no tienen que pasar de nuevo por Patrimonio, que ya ha dado por concluido su examen con estas puntualizaciones.

La operación en el Barrio do Cura va mucho más allá de las construcción de 350 viviendas, ya que incluye una nueva ordenación de todo el ámbito, la ampliación de la superficie del Paseo de Alfonso hasta duplicarlo, y la creación de parques y plazas, además de un vial que conectará Elduayen con Torrecedeira. Debajo de los edificios en la cota superior, delimitadas por Pi y Margall, Llorente y Santa Marta, está proyectado un centro comercial de 12.000 m2 que también se extiende bajo la plaza pública de 5.000 m2 abierta como prolongación del Paseo de Alfonso (ver gráfico).