El Gobierno ha justificado la actuación de la Policía durante la manifestación contra la reforma educativa que tuvo lugar el 20 de febrero -que acabó con varios estudiantes y agentes heridos, 75 identificados y 6 detenidos- por las "provocaciones" y "empujones" de algunos participantes, que lanzaron objetos a las fuerzas de seguridad.

Así se ha expresado el Ejecutivo en respuesta a una pregunta formulada por Olaia Fernández Davila (BNG). La parlamentaria afirma que los estudiantes "fueron objeto de una brutal y desproporcionada carga, puesto que la Policía Nacional disparó incluso pelotas de goma". En su respuesta, el Gobierno indica que el dispositivo estuvo formado por 45 funcionarios e indica que, al inicio de la protesta en As Travesas, el número de participantes era de unas 350 personas, que aumentaron a unas 600 al llegar a Plaza de España.

Posteriormente, "se incorporaron unas 25 personas con la cara tapada y portando mochilas", que comenzaron a "quemar contenedores, lanzar piedras, botellas de cristal y otros efectos". Según el ministerio, estas conductas dieron lugar "a las correspondientes detenciones", pero "en ningún momento se llevó a cabo intervención desproporcionada ni carga policial alguna".