En solo dos años, el censo de discapacidades de la ciudad ha aumentado en 2.307 y la mayoría de ellas -un millar- son de tipo psíquico. El crecimiento experimentado -12%- es más del doble que el gallego. Los expertos no descartan que la crisis haya podido potenciar el desarrollo de patologías psiquiátricas, pero no creen que explique este ascenso en el registro. Sospechan que los apuros económicos han empujado a muchos a reconocer administrativamente su discapacidad para poder aprovechar las ayudas fiscales.

Los últimos datos publicados por el Instituto Galego de Estadística (IGE) corresponden a 2012 y revelan la existencia de 35.201 minusvalías, lo que no quiere decir que este colectivo lo integren tantos vigueses, ya que una misma persona puede sufrir varias. Lo que sí se puede calcular es la tasa de discapacidad sobre la población total, que es del 12%, dos puntos por encima de la media gallega.

Las físicas siguen siendo las más abundantes -el 57,5%-, pero las psíquicas recortan distancias al incrementarse su registro el doble de rápido -suponen el 27,75%-. Las sensoriales -las que afectan a la vista o al oído- han aumentado a un ritmo ligeramente superior a las físicas y ya superan las 5.000.

"Lo más probable es que personas que no se habían planteado tramitarla se lo hayan replanteado por los apuros económicos", presume el psiquiatra Raúl Vázquez-Noguerol, aunque admite que diagnósticos como depresiones pudieron incrementarse. De los datos, resalta que el censo que más sube es el de las leves -del 33 al 65% de minusvalía, que crece en un 22%-. "La prevalencia de las más graves no aumenta", subraya. Por su parte, José Manuel Olivares, responsable de Psiquiatría del Chuvi, considera que "se ha normalizado la forma de solicitar" estos certificados y aplaude que "se atienda mejor" el registro de las discapacidades psíquicas "porque ante es más fácil con la física". Destaca que, según un informe de la OMS, cuatro de las seis causas más frecuentes de años vividos con discapacidad son mentales: la depresión, trastornos debidos al consumo de alcohol, la esquizofrenia y el trastorno bipolar. "Hay que trasladar a la población que es un tema serio", incide.

Según los datos de Feafes Galicia, dos tercios de las minusvalías psíquicas son enfermedades mentales -alteración de tipo emocional, cognitivo y / o del comportamiento- y, el resto deficiencias intelectuales -limitación permanente de las capacidades cerebrales-. Este colectivo de pacientes y afectados por enfermedades mentales, destaca que es la segunda causa de discapacidad en Galicia y "la que más ha crecido en los últimos años". El registro gallego se duplicó desde 2006, hasta las 41.533. Estima que afectan a un 3% de la población, pero aún "hay mucha gente sin censar ni diagnosticar".

En cuanto a Vigo, cifran en 4.240 los inscritos hoy con una enfermedad mental en la ciudad. Una cuarta parte de ellos sufre distimia, un trastorno afectivo de carácter depresivo crónico, que se manifiesta en una baja autoestima y un estado de ánimo melancólico, triste y apesadumbrado. El siguiente en extensión es el trastorno adaptativo (413 casos), que se caracteriza por la aparición de síntomas emocionales, como la ansiedad, ante un factor estresante, como la pérdida de empleo. Las psicosis, o pérdidas de contacto con la realidad, son las terceras más habituales (351), seguida por la dependencia de sustancias psicoactivas-alcohol y drogas- (293), trastornos de personalidad (2986) y esquizofrenia paranoide (231).