La Dirección Xeral de Conservación da Natureza de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas publica este martes en el Diario Oficial de Galicia (DOG) la resolución por la que se veda la pesca en dos tramos de la cuenca del río Lagares, en Vigo.

Esta medida tiene como finalidad favorecer la recuperación de la fauna del río, tras el último vertido químico detectado el pasado 23 de febrero y que, aunque fue puntual y el río se recuperó rápidamente, causó una elevada mortandad entre los peces.

Los tramos donde se prohíbe la pesca (hasta la entrada en vigor de la normativa de pesca fluvial en 2015) son el que desde el puente de la Avenida de Madrid hasta el puente de la calle Muíños (7,8 kilómetros), y el que va desde Ponte Babío hasta la desembocadura (3 kilómetros).

Con respecto a la investigación sobre este vertido, técnicos de la Xunta, junto con agentes del Seprona de Guardia Civil y con apoyo del Ayuntamiento de Vigo, han contactado con las empresas que podrían ser origen del mismo, ha revisado vídeos de seguridad del polígono de Valadares y ha inspeccionado instalaciones próximas al cauce del río, aunque aún no hay indicios claros de dónde pudieron salir las sustancias que afectaron al Lagares.

La investigación sigue abierta, mientras Augas de Galicia sigue analizando las muestras tomadas. Las analíticas realizadas tras el suceso no muestran valores extraños, lo que evidencia una rápida recuperación tras un vertido "puntual", y tampoco se han encontrado tóxicos en los estudios hechos a los peces.

En 2008, el río Lagares sufrió otro vertido grave, consecuencia de un incendio en una nave industrial de Cabral, que almacenaba productos químicos de limpieza. Entonces, también se tuvo que vedar la pesca en el río para ayudar a su recuperación.