Beatriz Martínez ha conseguido, un año después de que emprendiera una huelga de hambre para denunciar su caso y el de miles de enfermos de cáncer, llegar al Congreso de los Diputados, donde hoy presentará más de 380.000 firmas -378.000 digitales y otras 5.000 en papel- solicitando un cambio en la ley de la Seguridad Social para que garantice la protección a los pacientes de cáncer y otras enfermedades crónicas. Estas firmas, cuyo número continúa aumentando en la plataforma Change.org, acompañarán a la propuesta de Ley presentada por la diputada del BNG Olaia Fernández. Además, se reunirán hoy con los grupos parlamentarios del PP y del PSOE, a los que pedirá que apoyen su propuesta.

"La gente si no vive una situación así no sabe lo que es, pero yo no pido solidaridad, sino justicia social", aboga Beatriz, que ha recibido más de mil consultas de personas que están viviendo una situación de desprotección similar a la suya.

Lo que solicita es que se modifique la ley General de Seguridad Social para otorgar una protección especial a los enfermos de cáncer y de otras dolencias crónicas para que se les garantice seguridad jurídica y económica, y les otorgue la incapacidad permanente de oficio, al menos hasta que las revisiones médicas pasen a ser cada seis meses.

"Desde hace unos tres años, muchas personas que han caído enfermas estando en paro están pasando por esta misma situación porque se está denegando por sistema la incapacidad permanente, aunque estemos en periodo de recuperación o en riesgo de recaída. Es una cuestión de dinero porque así cobras 426 euros al mes, independientemente del tiempo que hayas cotizado y de tu base de cotización", denuncia Martínez, que recuerda que a esto hay que añadir que al no tener la incapacidad permanente estos enfermos continúan pagando el 40 por ciento de los medicamentos. "Y no estamos hablando de un fármaco puntual, sino de medicinas para tratamientos muy largos", añade.

Figueroa, que la semana pasada tuvo que posponer esta entrega de firmas para pasar de nuevo por quirófano, reconoce que este año de lucha ha sido muy duro y que se ha sentido no sola e incluso ignorada. "Las 2.000 primeras firmas en papel que reuní costaron mucho trabajo. La gente leía el texto con lupa; desconfiaba mucho. He estado en la puerta del INEM con mi pancarta y la gente ni me ha mirado", recuerda Beatriz, quien da las gracias a quienes sí apoyaron su reivindicación. Sin embargo, esta enferma de cáncer ha conseguido colocar su propuesta entre las más votadas en Charge.org. "Y eso es lo que quiero decir a los partidos políticos con esta entrega de firmas, que este cambio en la ley es una reivindicación de la ciudadanía", reitera.