La gerente de una constructora de Mos alegó ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Vigo que aceptó facturas falsas por parte del grupo Las 5 Jotas por la "situación desesperada" que atravesaba su empresa debido a que varios concellos les debían dinero. La empresaria, Montserrat E.D., puso el acento sobre un ayuntamiento en concreto. "Sólo el concello de Ponteareas me debía 800.000 euros", declaró, para añadir que fue este "agobiante" escenario económico el que explica su implicación en esta trama. Su único objetivo, aseguró, era "salvar" la empresa.

La acusada, gerente de Construcciones Vale S.L., ofreció estas explicaciones en un nuevo juicio del mayor fraude fiscal con facturas ficticias detectado en Galicia. Con ésta, ya se han superado ampliamente la decena de vistas orales y restan, por ahora, casi 70 por celebrar. La mujer se sentaba en el banquillo junto a sus padres, administradores solidarios de esta empresa familiar. Ambos declararon que era su hija la que llevaba "la facturación" y que ignoraron lo de los recibos ficticios hasta que se destapó el caso, motivo por el cual el fiscal, que pedía 2 años y 3 meses de cárcel para cada uno, decidió retirar la acusación contra ellos finalizado el juicio. En el caso de Montserrat, redujo su petición a un año y 9 meses al beneficiarla con la atenuante de confesión.

La empresaria, que recibió más de 600.000 euros en facturas ficticias en 2007 y 2008, admitió la falsedad. ¿Y el motivo de su implicación en esta trama? Ella y su abogado insistieron en que el interés no era "lucrarse" ni "defraudar" a Hacienda, sino que fue una "decisión desesperada" para salvar a la constructora. Varios concellos les debían dinero, pero el caso "más gordo" era el del ayuntamiento de Ponteareas. La deuda, contó la mujer, llegó a ascender a 900.000 euros. "Iba todos los días allí (al consistorio) a buscar una solución", relató, concretando que en la actualidad todavía le deben 402.000 euros, como refleja una reciente sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que condena al concello ponteareano a abonar esa cantidad referente a varios contratos de obras que le realizó la constructora entre 1992 y 2008.

La mujer contó que la situación se veía agravada por el hecho de que ella debía pagar el IVA y el Impuesto de Sociedades de esas facturas emitidas a los ayuntamientos aunque no cobrase. Cuando el deudor es una administración pública, agregó su letrado, la Agencia Tributaria considera que no será un fallido (incobrable) y no devuelve esas cantidades de impuestos. "Debe tributar como si hubiese cobrado la factura", concretó.

Panorama

Con este panorama de fondo, Montserrat decidió "aceptar" facturas falsas. Conocía a José Manuel Costas, el responsable de Las 5 Jotas, ya que le suministraba material. "Esas facturas si eran reales", aclaró. La empresaria contó a Costas la "malísima situación" económica que atravesaba. "Él me ofreció las facturas (falsas) y yo acepté", aseguró. La acusada ya ha regularizado su situación con la Agencia Tributaria pagando las correspondientes infracciones. Hacienda, dijo, no le permitió presentar como aval de pago la deuda del concello de Ponteareas, por lo que vendió unas fincas para abonar las multas.

Su abogado ve excesiva la pena que pide el fiscal y solicita que se rebaje a 3 meses de cárcel. "No hubo intención de lucrarse o defraudar, sino de defenderse frente al Estado, que no le pagaba, pero le obligaba a pagar por lo que no había cobrado. Un sistema confiscatorio, en definitiva", dijo el letrado, que remarcó que su cliente aceptó las facturas para "defender el patrimonio de su empresa, su fuente de vida". Así, pide una atenuante incompleta de estado de necesidad, así como las de reparación del daño y confesión.