En treinta años en el mar nunca había tenido que recoger a un compañero fallecido del mar. "Estoy muy fastidiado, es una mala experiencia y ojalá los hubiéramos encontrado y rescatado vivos". Otero describía el de ayer como muy difícil en el que le costó descansar pese al gran desgaste físico y emocional del día. "¡Qué temporada llevamos, luchando con todo! Pero hay que ser fuertes, tirar para adelante".