Su padre, el arquitecto vigués Antonio Román Conde, diseñó los edificios nobles de la antigua Escuela de Transmisiones y Electricidad de la Armada (ETEA) y ayer él, Antonio Román Serralta, los pudo conocer de cerca por primera vez. Fue acompañado por su sobrino Federico Fernández y guiados por Carlos Pérez, presidente de Marinaetea, y varios integrantes de la organización de antiguos marinos.

"Aunque soy vigués, estuve mucho tiempo fuera y nunca había tenido la oportunidad de verlos de cerca. La única vez era recinto militar y no me habían dejado pasar", rememoraba ayer. Aunque Antonio Román destacó el buen estado exterior de edificios como el "Faraday," "Siemens" o "Kelvin", todos diseñados por su padre, mostró su pesar por su estado interior. "Es una pena que estén sin rehabilitar", confesaba. En los próximos días se comprometió con Marinaetea a facilitarles copias de los planos originales para su colección.