El 9 de enero de 2014 llegó a la sede de la Federación de Vecinos en Praza da Princesa el requerimiento de una empresa de recobro y gestión de facturas fallidas reclamando el pago en siete días de 4.932 euros por las cuotas de mantenimiento del ascensor. En la misiva se advierte a la entidad que se enfrenta "a una reclamación formal ante los juzgados" si no realiza una transferencia en el plazo fijado. Otra de las vías que han elegido los proveedores para intentar cobrar las facturas pendientes de Eduardo Chao es levantar un acta notarial y realizar un requerimiento formal como hizo Hybris Formación y Proyectos Sociales el pasado 21 de noviembre.

Estos dos casos son la punta del iceberg de un extenso reguero de facturas impagadas cuyos titulares se niegan a volver a trabajar para la Favec hasta que les abone todo lo pendiente. Empresas de formación, transporte por carretera, diseño gráfico, imprenta, escuelas de tiempo libre, firmas hosteleras, organizadoras de eventos y proveedores de material de oficina a los que Eduardo Chao debe miles de euros ya no aceptan encargos y así se lo han manifestado a su presidenta.

María Pérez se comprometió con FARO a realizar una entrevista para explicar el origen de la deuda de más de 350.000 euros que arrastra la entidad y la situación legal de sus trabajadores durante el último año, que reclaman sus salarios por vía judicial, pero finalmente no se puso al teléfono a la hora convenida. El jueves ha convocado una asamblea para informar a las 36 asociaciones de vecinos federadas del balance económico de 2013.

Una vez que este periódico publicó el agujero económico de la Favec, las dos pólizas que tiene abiertas con Novacaixagalicia y Triodos Bank, las deudas con empleados y las facturas con proveedores, son cada vez más las empresas que denuncian pagos pendientes de la Favec y han rechazado volver a trabajar para ella. También algunas agrupaciones musicales que formaron parte del programa Movevigo 2012 se retiraron voluntariamente del cartel del año pasado al no recibir las subvenciones que el Concello ingresó a la federación el 6 de febrero de 2013.

Una de las firmas que se negó a prestarle de nuevo servicios es el restaurante de Porriño encargado del catering en la Festa Veciñal de 2012. Se le acabó pagando, pero no aceptó un nuevo encargo el pasado octubre y se da la casualidad de que la empresa de hostelería que sirvió la comida en esta última celebración tampoco ha cobrado. "Fue el primero y el último servicio para ellos", aseguran. La factura asciende a 14.000 euros, según pudo saber este periódico.

Se deben otros 5.000 euros a una empresa de artes gráficas por facturas de 2012 y 2013 que no volverán a repetirse y otras más pequeñas de 800, 500, 300 y 220 euros a proveedores de suministros que han dejado de servir al colectivo. "Hoy en día todo el mundo tarda en pagar. Pero a eso se suma una actitud intolerable por parte de la federación", relatan aún cabreados.

"Contactó con nosotros a través de un conocido para un servicio de transporte. La factura es de 500 euros, pero cada 15 días les llamamos y no tenemos respuesta. Nos querían contratar para una segunda excursión y nos negamos", asegura la responsable de una empresa de autobuses.

Lo mismo ocurre con las firmas de formación y cursos con las que trabaja la Favec. A la que contrató en 2012 se le deben tres mil euros y por eso el año pasado llamó a una nueva escuela de formación y eventos para que impartiese los cursos de tiempo libre homologados por la Xunta. A esta firma le debe también 10.000 euros.

A lo largo del año 2013, momento en el que se dispara la deuda de la Favec y se acumulan hasta 87.000 euros de impagos en salarios, la entidad cambia en varias ocasiones de asesoría y deja a la primera sin cobrar. Sus responsables, según pudo saber FARO, han renunciado a cobrarlas para no tener al menos que pagar el IVA.

Vía judicial

También hay casos en los que las empresas no tienen tanta paciencia y han puesto su caso en manos de la justicia. Hybris Formación decidió requerir a través de un notario 853 euros a la Favec. "El acuerdo con la directiva era que nosotros contratáramos a varios monitores de tiempo libre en el mes de julio y que se nos pagaría cuando el Concello les aprobase el segundo Plan de Emprego. Pero vimos que la gestión no estaba clara, el programa municipal no aceptaba intermediarios en la contratación y temiendo incurrir en problemas legales nos desvinculamos y dimos de baja a los trabajadores al día siguiente", explica la responsable de esta firma de servicios educativos, ocio y entretenimiento. Asegura que María Pérez contactó con la empresa en una segunda ocasión para que se encargaran de unos viajes y "nos negamos".