Una manifestación en Vigo esta tarde -para la que ya tiene permiso-; una acampada con tienda de campaña ante los juzgados de la calle Lalín que trasladará después hasta las puertas el Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid y, por último, un viaje a Japón. "No voy a parar hasta que recupere a mis hijos. Sigo sin saber nada de ellos", insiste Jacobo Rodríguez Roque, el vigués cuya expareja de origen japonés huyó a su país con los dos hijos de ambos, de 5 y 2 años, y a quien un juzgado de la ciudad olívica otorgó en exclusividad la guardia y custodia de los niños el pasado mes de mayo.

La subdelegación del Gobierno ha autorizado la marcha que saldrá a las cinco de la tarde desde la Plaza de América y llegará por Gran Vía hasta la Plaza de España, desde donde regresará al punto de partida.

"Quiero que la Justicia y el Ministerio de Asuntos Exteriores agilicen la localización de mis hijos. La investigación va muy lenta. En el Juzgado me han dicho que ahora, un año después, están investigando los apartamentos donde se alojó mi expareja en Madrid con los niños antes de irse a Japón. Quiero que el Exteriores se ocupe de mi caso. Mis hijos son españoles y para inscribirlos como japoneses hizo falta un certificado del registro español, donde nacieron, y ahí figura que yo soy el padre. Antes de ser japoneses eran ya españoles", explica.

Jacobo Rodríguez, que denunció por "secuestro" a su expareja, acaba de pasar a engrosar las listas del paro y así decidirá todo su tiempo a intentar conocer el paradero de sus hijos. "En mis planes entra irme a Japón si hace falta. Es el país del honor y mis hijos lo son para toda la vida para toda la vida", apostilla.