La noche ha dejado de ser aliada de los ladrones de viviendas en Vigo, que han cambiado de horario y prefieren actuar durante el día. En la provincia de Pontevedra se producen unos cinco robos diarios a domicilios y casi siempre en horario nocturno. En Vigo la tendencia ha cambiado desde que los responsables de la comisaría de la Policía Nacional pusieron en marcha un plan especial de prevención que refuerza la vigilancia entre las 8 de la tarde y las 8 de la mañana. También han cambiado de modus operandi, y prefieren pisos a chalés y viviendas unifamiliares, salvo que vayan a tiro fijo.

La mayoría de los últimos robos denunciados tienen lugar a primeras horas de la mañana o al mediodía. La actuación de los ladrones es muy rápida y ordenada. Primero controlan la vivienda varios días para conocer el horario de sus moradores, no se cortan a la hora de llamar al timbre y operan en grupos de tres o cuatro personas.

Una de las víctimas explica que llegó a su casa y se la encontró "revuelta", pero ordenada. Habían vaciado los cajones de los armarios, pero dejaron la ropa colocada sobre la cama. En su búsqueda de oro y dinero vaciaron todas las cajas de zapatos. Las dejaron abiertas y, sobre la tapa, el calzado perfectamente colocado. "Sabían lo que querían y distinguen muy bien el oro de la bisutería. No se equivocaron en nada, dejaron solo bisutería", expone.

También saben donde buscar y los posibles escondites. Una mujer que fue víctima de un robo en su domicilio relata que tenía ocultas las joyas en la caja de la persiana de una habitación. "Cuando vi que habían entrado ladrones fui directa al joyero. Estaba en su sitio y respiré. Cuando lo abrí, todas las cajitas seguían cerradas... pero vacías. En la habitación de mis hijos se llevaron las piezas de oro, la bisutería la dejaron", recuerda dolida.

La Policía Nacional tiene claro que "se trata de grupos bien organizados que solo quieren dinero o joyas, especialmente oro, porque les permite deshacerse rápidamente del botín. Llevarse un televisor de plasma o aparatos electrónicos que abultan mucho hace que los vecinos se fijen en ellos", explica un especialista.

Precisamente el hecho de poder pasar desapercibido en un edificio es lo que lleva a los ladrones a preferir robar en pisos del casco urbano que en casas unifamiliares. "Siempre pueden darse la vuelta, hacer que suben... o esconderse en trasteros y garajes", indica un inspector.

Los mayores robos de los últimos meses se registraron en el domicilio de un industrial, de cuya caja fuerte se llevaron más de un millón de euros que guardaba en casa porque no se "fiaba" de los bancos, en el domicilio de un futbolista y en dos pisos del mismo inmueble de Gran Vía.

Los agentes recomiendan no abrir el portal a quienes llaman diciendo que van a otro piso y avisar a comisaría en caso de ruidos extraños: "Hace poco vinieron a denunciar un robo; cuando fuimos al edificio algunos vecinos habían oído a los ladrones, pero no llamaron. Es mejor que avisen al 091 y que resulte una falsa alarma que no al revés".