El pitido de los semáforos funcionará solo cuando las personas invidentes lo necesiten y ordenen. Estas señales acústicas que les ayudan a orientarse en los pasos de peatones son una pieza esencial en su seguridad, pero también una molestia que sufren los vecinos. "Las quejas por el ruido son casi diarias", aseguran fuentes municipales. Ahora, y tras años probando diferentes fórmulas para intentar mitigar este problema sin reducir la seguridad de las personas con discapacidad visual, el gobierno local parece haber encontrado en las nuevas tecnologías un aliado perfecto. En los próximos meses activará en 14 cruces del casco urbano un sistema basado en la tecnología inalámbrica Bluetooth que permitirá que los semáforos solo piten cuando un invidente lo vaya a cruzar.

"La solución adoptada hasta ahora consiste en reducir el volumen hasta el punto en el que se moleste lo menos posible a los vecinos y, al mismo tiempo, que los invidentes puedan seguir escuchando las señales sonoras, pero es algo difícil de conseguir por los niveles de ruido cambiantes a lo largo del día debido al tráfico", explican desde el departamento municipal que ultima la puesta en marcha del nuevo sistema.

Un móvil con tecnología Bluetooth es lo único necesario para que el mecanismo funcione. La ONCE tiene además unos dispositivos específicos para que sus afiliados puedan portar si carecieran de teléfono. Para la coordinación con los semáforos solo es preciso realizar un pequeño cambio en la configuración del terminal. El funcionamiento es muy sencillo. Cada vez que el semáforo detecte su presencia, la señal acústica funcionará como de costumbre. Una vez que el peatón atraviese el paso, el pitido se apagará de inmediato sin ni siquiera esperar a que la luz vuelva a cambiar de verde a rojo.

Aunque la intención del Concello es ir aplicando esta tecnología en el mayor número de semáforos posible, su implantación se irá haciendo de forma progresiva y en estrecha colaboración con la Organización Nacional de Ciegos Españoles. De hecho, los primeros 14 pasos de peatones en los que se habilitará fueron propuestos por la ONCE. Se aplicará en todos los que hay en Gran Vía desde el cruce con Luis Braille (ubicación de su sede en Vigo) hasta Lepanto. La elección de esta zona no es casual. "Se nos pidió comenzar por aquí porque estiman que el 45% de los invidentes de la ciudad viven o se mueven a diario por este entorno", explican fuentes municipales. La organización cuenta actualmente con más de 1.100 afiliados en la ciudad. El siguiente paso es cubrir todo el tramo de Gran Vía hasta la Plaza de España y también el entorno de la Plaza de América.

Las aplicaciones de este sistema inalámbrico pueden ir incluso más allá. "Existe la posibilidad de activar también la demanda de paso en los semáforos con pulsador sin necesidad de que la persona invidente tenga que pulsarlo. Ninguna de las dos funcionalidades requiere de instalación de ninguna aplicación en el teléfono móvil", destacan los técnicos municipales.