-Están de enhorabuena.

-Sí, ha costado años de trabajo, pero creo que con el nuevo concierto daremos respuesta al objetivo que perseguimos todos: prestar mejor atención sanitaria a la población de Vigo. Supone tranquilidad para la ciudadanía, porque tendrá libre elección y seguiremos velando porque la calidad que se presta sea la misma que en el resto de centros del Sergas. También da tranquilidad a los profesionales, porque son diez años de estabilidad que aseguran la viabilidad del centro. Es un acuerdo que satisface a las partes.

-¿Qué ha demorado tres años la firma del concierto?

-Las negociaciones son complejas, porque siempre tienen que ceder ambas partes. Todo es complicado: la población, el tipo de servicios que prestas, cómo se hace la facturación... Es como un prisma, con muchas aristas. Al final, nos parecía que no podíamos seguir prorrogando el que teníamos, porque no era bueno ni para la población ni para el Sergas ni para Povisa y llegamos a este acuerdo.

-¿En qué cedió la Consellería de Sanidade?

-No parecía sensato seguir prorrogando un acuerdo de hace tiempo que no satisface a nadie. Teníamos claro cuál era el objetivo: prestar la mejor atención a la población, que el Sergas fuera capaz de financiarla y que Povisa pudiera prestar el servicio con los niveles de calidad que le exigimos.

-¿Por qué un máximo de 139.000 tarjetas sanitarias?

-Hay que tener en cuenta la población que tenemos y la que Povisa puede atender. El Sergas se encuentra cómodo con que asista a una población de 140.000, entorno en el que siempre se ha movido, y Povisa entiende que se puede hacer cargo de ellos con los estándares de calidad que le pedimos. Son 140.000, pero podían haber sido 135.000. Pero bueno, esa fue la cifra del acuerdo.

-Haciendo los cálculos, dan los 75 millones anuales que la Xunta paga en la actualidad al hospital vigués. ¿Uno de los objetivos fue no superar esa cantidad?

-Eso también hay que tenerlo en cuenta. La capacidad de financiación que tiene el Sergas para atender a esa población. Es uno de muchos criterios, pero lo más importante es que la población esté bien atendida.

-¿Las condiciones del acuerdo son firmes?

-No van a cambiar. Hemos acordado una redacción. Ahora estos pliegos tienen que ir a la asesoría jurídica, a la intervención general y, luego, hay que firmarlos. Tenemos tres meses de trámites administrativos por delante. Puede variar algún tema puntual que nos diga la asesoría jurídica, pero las condiciones, en principio, están pactadas.