Los vigueses verán congelado en 2014, por segundo año consecutivo, el precio de los bonos de Vitrasa. El gobierno local mantendrá las mismas tarifas en todas las modalidades de descuento, con lo que la tarjeta verde, de la que puede beneficiarse cualquier usuario sin requisito alguno, costará 86 céntimos, y los pensionistas con ingresos hasta el equivalente al salario mínimo interprofesional viajarán gratis como hasta ahora. Tampoco verán encarecido el trayecto universitarios, escolares y parados. Fuentes municipales apuntan que sí se plantea subir el precio del billete ordinario, que ahora está fijado en 1,24 euros. La nueva cuantía será expuesta hoy al Consejo Sectorial de Transportes, órgano consultivo del que forman parte entre otros representantes de la Corporación y del sector. Allí se explicarán también las tarifas del sector del taxi, que serán congeladas en 2014, con una particularidad: la bajada de bandera se adelantará 100 metros tanto en horario diurno como en el nocturno, tal y como pidió la Cooperativa de Taxistas.

Los bonos del bus urbano no han variado desde septiembre de 2012, cuando subieron dos céntimos por el incremento del IVA. En 2014 los usuarios de la tarjeta de estudiantes pagarán 83 céntimos por trayecto, los universitarios 65 y los parados y perceptores de la Renta Activa de Inserción, 66. Todo el paquete de tarifas de Vitrasa se congeló este año por exigencia del BNG para dar su aprobación al presupuesto municipal. Hace dos meses los nacionalistas ya anunciaron la misma condición para 2014. El gobierno local mantendrá sin cambios los bonos y por contra prevé autorizar la subida del billete ordinario. Actualmente el Concello asume tres céntimos de este tique, ya que el precio real es de 1,27 euros pero el usuario paga 1,24. Las subvenciones del transporte público le cuestan a la hacienda municipal más de diez millones de euros al año.

La tarjeta verde es el mecanismo de pago más utilizado en los autobuses. Casi el 45% de los desplazamientos se ha realizado este año con este bonobús. Los pensionistas que viajan gratis suman otro 23%, mientras que a continuación se sitúan quienes optan por pagar la tarifa ordinaria, un 22,9%. Estudiantes, universitarios y desempleados se reparten el 9,1% restante.

En cuanto al servicio de taxi, la bajada de bandera se mantendrá en 3,45 euros para el horario diurno y los 3,60 entre las diez de la noche y las seis de la mañana, con la particularidad de que el contador se activará cien metros antes (a los 1.700 durante el día las jornadas laborables y los 1.100 de noche, los sábados desde las seis de la mañana, domingos y festivos). El resto de tarifas quedarán congeladas, desde el kilómetro recorrido hasta la hora de espera y el servicio a Peinador, que sigue en 21,96 euros.

La propuesta tiene la conformidad de la Cooperativa de Taxistas. Su presidente, Manuel Chorén, la consideró ayer satisfactoria al ser lo que pedía el colectivo. Aplicar el IPC del transporte significaría encarecer las tarifas un 3,4%. El sector señala que la mayoría de los desplazamientos tiene una duración inferior a 1,8 kilómetros por lo que la medida de adelantar 100 metros la distancia a partir de la que comienza la facturación por kilómetro recorrido afecta a una minoría de usuarios.