El plazo para que sus grupos de investigación presentasen proyectos al Sergas para que los evalúa una consultora acaba de finalizar. La empresa analizará la treintena de proyectos recibidos, seleccionará diez, hará "una hoja de ruta" para cada uno e intentará "desarrollarlos dándole participación a empresas". El objetivo es otorgar "valor comercial" a un proyecto de "interés científico".

Una parte del proceso, explica Sonia Martínez, directora xeral de Innovación e Saúde Pública, puede realizarlo el propio grupo investigador, pero "si requiere una prueba en la que no tiene experiencia" se sacará un concurso en la modalidad de compra pública innovadora para hacerla. "La empresa hará esa parte y juntos van a codesarrollar esa hoja de ruta", señala.

Otro ejemplo: desarrollar un nuevo fármaco es "carísimo" y "larguísimo". "Se puede identificar y licenciarlo a una empresa o asociarse con ella y perder una parte de la titularidad", añade. Los beneficios se repartirán en función de la titularidad. Los del Sergas se dividirán entre Sanidade (30%), centros (20%) y autores (50%). Sanidade no sabe cuánto ingresará por estos proyectos. Se trata, afirma Martínez, de una "carrera de fondo". "Buscamos que el propio sistema de investigación en parte pueda generar a medio plazo ingresos que se inviertan en el propio sistema para crear nuevos proyectos".

Martínez destaca el potencial del Sergas, que colaboró en 2012 "en más de 100 proyectos que contaron con financiación en convocatorias competitivas".