Hace dos meses la Comunidad de Montes de Candeán decidió apearse del sendero cuesta abajo de la crisis. Su dilema era sencillo: durante años la venta de madera había sido su principal fuente de ingresos; pero, desde 2008, el "pinchazo" de las constructoras ha larvado los precios de los lotes hasta menguarlos un 50%. Lo recaudado ya casi ni alcanza para costear los gastos del cultivo y tala. Tampoco las ayudas públicas viven su mejor momento. Por si ese "cóctel" no fuese suficiente, la lucha contra la acacia negra -especie de marcado carácter invasor- exige una ingente inversión. ¿La solución? "Repensar" el monte y apostar por nuevas fuentes de ingresos. El colectivo rubricó un convenio con una productora de aceite para nutrirla de fruta. En junio ya había cubierto una hectárea con mil olivos. "Somos la zona ideal, al fin y al cabo vivimos en la ciudad olívica", bromea Óscar Domínguez, presidente de los montes de Candeán. El caso de su parroquia no es exclusivo. La caída abrumadora en las ventas de madera ha animado a las comunidades de Vigo a buscar nuevas fuentes de ingresos.

--- NO TOCAR ---

----------------

Siga leyendo la noticia en Orbyt, o suscríbase a Faro de Vigo y tenga acceso completo a todas nuestras noticias sin límites.