Golpe a la imagen del Puerto Exterior de A Coruña. A la misma naviera que estrenó hace justo un año la archimillonaria dársena de Punta Langosteira, Dockwise, no le ha quedado buen recuerdo de la experiencia y descarta repetirla con el embarque, en su buque semisumergible Blue Marlin, del segundo casco del anfibio Canberra construido en Navantia para la Armada australiana. Las complicaciones que sufrió durante aquellas maniobras a causa del movimiento del mar que el gigantesco dique herculino parece incapaz de frenar han sido determinantes en el cambio de planes de la compañía holandesa. Así que "por su mayor seguridad", como aseguraron ayer a este periódico, optarán ahora por el puerto de Vigo, donde prevé desarrollar idéntica operativa entre los próximos meses de noviembre o diciembre, en pleno invierno, lo que da una idea de la credibilidad de la ría olívica como principal abrigo natural del noroeste peninsular.

La decisión de Dockwise supone un auténtico varapalo para la Autoridad Portuaria de A Coruña. Volcada en la campaña de comercialización de Punta Langosteira, anima la entrada de nuevos tráficos con afirmaciones tales como "(...) ya está en condiciones de albergar las primeras operaciones de tráfico marítimo con las mejores condiciones de seguridad y operatividad". Tal vez por el serio revés que supone la pérdida de este embarque de Navantia en beneficio de Vigo, un portavoz de la autoridad portuaria herculina insistía ayer en "no tener constancia" pese a que tanto diarios ferrolanos como el propio astillero lo dan por seguro.

Tampoco los responsables de Punta Langosteira quisieron reconocer en su día el alcance de los problemas que padeció el Blue Marlin cuando calzó sobre su cubierta al Canberra. Su salida rumbo a las Antípodas estaba prevista para la primera semana de agosto de 2012 pero no lo hizo hasta el día 17. Oficialmente, la Autoridad Portuaria había achacado este retraso a "verificaciones técnicas". En cambio, otras informaciones, basándose en testimonios de operarios de la propia terminal, apuntaron a un posible golpe en el casco. Y hasta el propio capitán del semisumergible, Mikhail Baranov, confesó en una entrevista a un medio firme defensor del megaproyecto portuario que "Langosteira necesita otro dique que dé más protección".

Mientras el Puerto de A Coruña asimila el nuevo planteamiento de los holandeses, estos ya perfilan, en contacto con Navantia, los pormenores de su misión en Vigo. Atracado en la actualidad en el puerto de Ferrol, el casco del Adelaide, como así se bautizó al segundo LHD para Australia, fue botado el año pasado. Mide 231 metros de eslora y en su construcción, según datos divulgados por el astillero, se emplearon unas 700 toneladas de acero y otras 70 de madera. Los operarios preparan ahora la cuna que se fijará al Blue Marlin y sobre la que se posará el Adelaide para garantizar su estabilidad en los 45 días que durará la travesía desde Vigo hasta Melbourne.

Con la colocación de su superestructura en los astilleros BAE Systems culminará la construcción del que será el mayor buque de la Armada australiana, y el segundo después del Canberra de la clase LHD, la que define sus cualidades. Entre las principales destacan su capacidad para portar aeronaves, y transportar y poner a flote lanchas de desembarco desde sus propios diques.

"No se la van a jugar por segunda vez" - Así interpretan fuentes conocedoras de la operación que desarrollará en Vigo la compañía Dockwise la decisión de renunciar a Punta Langosteira. Aseguran que si en agosto, en pleno verano, sufrió "complicaciones", mucho más arriesgada sería la maniobra en diciembre. "En la Ría de Vigo, en cambio, ni el calado ni el viento ni el mar serán un problema", garantizan. Para calzar sobre su cubierta al Adelaide, el Blue Marlin debe sumergirse unos 20 metros, como así refleja la imagen tomada en A Coruña.