El proceder institucional vivido ayer en la línea de salida de la Vuelta desde el Puerto de Vigo es un bochornoso ejemplo impropio de políticos que dicen representar a todos los ciudadanos.

Que detrás de la cinta inaugural haya sitio para todos los representantes de la Diputación, la Xunta, el Puerto y el Gobierno y que no lo haya para el de la ciudad resulta difícil de entender. Más aún cuando el grandioso espectáculo pedía altura de miras y ejemplo de deportividad.

Una lamentable imagen que emborrona el gran espectáculo y el enorme acierto de traer a Vigo la Vuelta de todos los españoles.