La crisis golpea con fuerza a las autoescuelas. Se desploma el número de alumnos y adelgazan los márgenes de beneficio. El colectivo que aglutina a las academias de la provincia estima que, desde el estallido de la crisis, cerraron en Vigo 9 negocios. De los cerca de 70 que se contaban en 2008 quedan hoy apenas 57. La razón, explica el gremio, debe buscarse en la caída notable de la demanda. Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) el número de licencias expedidas en Pontevedra se ha contraído un 50% en apenas cinco años: si durante los cuatro primeros meses de 2008 sus oficinas despacharon 7.121 autorizaciones; su número, en 2013, se quedaba en 3.385. Desde el gremio estiman que el coste de obtener el carné -debido a las promociones especiales- pudo abaratarse en los últimos ejercicios hasta un 30%. El traspaso es la otra salida recurrida para evitar el cierre.

"Encontrar el equilibrio en las empresas resulta muy complicado y desde hace años la situación se complica", lamenta Anxo Alfonso Bastos, responsable de la asociación provincial. Buena prueba es, comparte el representante del gremio, que en el último lustro solo abrieron en Vigo dos academias. Otra señal significativa es el envejecimiento de la flota de vehículos. "Antes se cambiaban cada dos o cuatro años; ahora se aprovechan mucho más", comparte Alfonso. Jorge Rapado, tesorero del colectivo, coincide al describir la tendencia: "Cuando se te acababa la garantía, cambiabas de coche; lo normal ahora es usarlo durante más tiempo". Es solo una prueba. Significativo resulta también, añade Rapado, que empiece a haber alumnos que dejan caducar su examen teórico -válido por dos años- porque, sencillamente, carecen de dinero para retomar las clases prácticas.

El "pinchazo" de la demanda es especialmente acusado entre las licencias profesionales; es decir, aquellas que permiten manejar , por ejemplo, camiones o autobuses. Entre 2008 y 2012 las nuevas autorizaciones C -automóviles que pesan más de 3.500 kg- cayeron en la provincia un 59,8%; un 41,4% las D -transporte de más de ocho pasajeros-; y un 43,7% las BTP -vehículos prioritarios y de transporte público-. "Quien viene es porque lo hace a tiro fijo", reconoce Rapado antes de recordar que el "bajón" de la demanda llegó acompañado de la subida del combustible.

"El margen que se obtiene es para sobrevivir", apunta Alfonso. A modo de ejemplo quien lleva las riendas de la asociación provincial recuerda que el 3% de subida del IVA efectuado en septiembre de 2012 -pasó del 18 al 21%- lo absorbieron muchas autoescuelas; las tarifas permanecen además congeladas desde hace años y la fiera competencia por hacerse con los pocos alumnos termina desatando una guerra de promociones, descuentos y ofertas especiales que rebajan, al final, el precio del permiso.