La supuesta estafa de un millón de euros de Bautista Administradores se explica, a la luz de la declaración de su responsable, Rafael Bautista, ante la magistrada, como un "cóctel" de derroche y malas decisiones. Durante su comparecencia judicial del 31 de mayo el principal imputado reconoció que "a todas las comunidades les faltan fondos", puntualizó que no por la cuantía reclamada y zanjó: "Las cantidades que faltan se invirtieron en la empresa fundamentalmente". El Juzgado de Instrucción 7 permanece ahora a la espera de las conclusiones del informe del perito económico.

Según detalló Bautista en el Juzgado esas sumas "se utilizaron para pagos corrientes" tras hacerse con la cartera de clientes de Fincas Simeón y cambiar de oficinas en 2007. Esa operación les exigió reformas y un arrendamiento de 3.000 euros al mes. Poco después, en 2011, se trasladaron a la nueva sede de la calle San Salvador. "Y entonces se les fue la cosa de las manos", relata la transcripción: el alquiler se disparó a 8.000 euros y tuvieron que acometer obras. Años antes, asegura, la firma había solicitado un préstamo de 460.000 euros para hacerse con la cartera de Simeón. Mantenían además una plantilla de cerca de 25 empleados. Sus ingresos oscilaban entre 40.000 y 50.000 euros por mes.

En su declaración Bautista explica que en abril de 2012 hipotecó su casa por 120.000 euros -su hermano le prestó otros 75.000- y que "no tiene más propiedades". Fruto de esas actuaciones su hija, María Bautista, llegó a declarar durante su turno en Instrucción número 7 que "sus padres y su hermana están viviendo de la caridad de sus tíos y de su familia". A renglón seguido el responsable de Bautista reconoce que no abonó la cuota de su póliza de responsabilidad civil particular del año 2013.

"Pese a que era consciente de que estos ingresos eran solo de las comunidades, los aplicó a invertir en la propia empresa del declarante", sostiene Bautista. "Los extractos que daban a los vecinos para la celebración de las Juntas a veces no se correspondían con la realidad, la presentaba tal y como debía estar; pero no la realidad verdadera", añade. Bautista también afirmó que, "por error, sacó dinero de una comunidad para pagar recibos de otras". "En las comunidades que se sacó dinero fue porque tenían firma y no necesitaban la del presidente", prosigue la declaración del imputado.

En un momento de su intervención, a preguntas de los letrados, Bautista llega a admitir que "tenía una contabilidad paralela en relación a los cargos indebidamente detraídos a cada comunidad, para llevar un control". A preguntas de su abogado defensor matizó, no obstante, que "lo que tiene en realidad son los estados contables con las diferencias de cada comunidad, que no es que tenga una contabilidad paralela". En el mismo turno de preguntas reconoció, por ejemplo, que retiraba "nada más ingresarlo" el dinero que percibía una comunidad por el alquiler de una antena de telefonía; en otro caso admite que a un bloque le cargó el recibo de Aqualia de otro.

Su hija, María Bautista, también imputada y a la que su padre exculpa porque "los 2.000 apuntes contables solo los controlaba él", declaró que supo de los problemas de la firma "a finales de verano", cuando se lo insinuó un empleado de otra empresa.