El incremento notable de las tiendas de compraventa de metales preciosos decidió al gremio a crear la Asociación Gallega de Comerciantes de Oro y Plata (Agaco). Su vicepresidente, Ramón Fernández, confirma cómo el sector se ha desinflado en los últimos meses y tiende ahora a encontrar su equilibrio.

"La teoría es que se quede solo un grupo de negocios; algo parecido ya pasó en los años 80", anota Fernández, quien avanza que los establecimientos mejor preparados para aguantar el "bajón" de actividad son los no franquiciados al soportar "los costes más elevados" y un "menor campo de acción".

Entre las causas que Fernández apunta como decisivas en la pérdida de negocio destaca el desplome del precio del oro. "Ya no es lo que era; el kilo de oro bajó de 42.000 a 32.000 euros durante el último mes", reflexiona. Otra causa es el tributo exigido por la Xunta. "Está ocasionando un daño tremendo y provoca que la gente venda en otras comunidades", explican desde Agaco antes de aclarar que el tema está ahora en manos de los juzgados.

Con respecto a la caída del precio del oro, el vicepresidente de la asociación resalta que "se pasó de máximos históricos en mayo a los precios que tenemos ahora". La consecuencia inmediata es que, en apenas unos días, la cotización del preciado metal llegó a perder miles de euros. "El negocio ahora va hacia abajo; están cerrando negocios y aún no se ha tocado fondo", lamenta Fernández.