Ante el conflicto laboral que vive el Hospital Povisa, su dirección ha decidido hacer un striptease de sus cuentas y las medidas que han adoptado para garantizar su viabilidad, muy criticadas por el comité de empresa. En el análisis de su situación, publicado en su web, dedican un apartado especial a su "principal cliente": el Servicio Galego de Saúde. Advierte de que el concierto singular con Sanidade -en vigor desde el 1 de enero de 2001- caducó hace cinco años y lleva tres en situación de "prórroga forzosa" -al superar el máximo legalmente establecido-, "sin que a día de hoy se clarifiquen por parte del Sergas sus intenciones futuras" para con Povisa. El centro privado, en el que los pacientes de la red pública suponen el 75% de su cifra de negocio, subraya que la empresa no sería viable sin un acuerdo con la Administración.

"Carecería de sentido el mantener unas instalaciones de más de 40 mil metros cuadrados, 1.400 profesionales y más de 570 camas únicamente para clientes particulares compañías y accidentados", alega Povisa y añade que, además, la facturación procedente de estos colectivos se ha reducido en los últimos años porque, con la crisis, el número de pólizas no ha crecido y se han reducido sus primas y coberturas; la siniestralidad laboral y los accidentes de tráfico han caído; y el hospital vigués ha perdido competitividad.

¿Por qué ha perdido capacidad para rivalizar con otros hospitales y clínicas del entorno? Explica que se debe a sus "altos costes salariales", que suponen alrededor del 65% de sus ingresos. Sus competidores, cuenta, están desde hace años "bajo el paraguas" del marco jurídico del convenio provincial, que Povisa también aplica desde hace una semana tras las fallidas negociaciones con el Comité de empresa. En la tabla comparativa que exponen se aprecia que el salario es en torno a un 40% menor que el antiguo convenio colectivo del centro de la calle Barcelona. Subrayan que tampoco los sueldos de los profesionales del Sergas llegan a los niveles de este acuerdo: desde el 5% menos que cobran los fisioterapeutas hasta el 30%, de los celadores. Entre las ventajas sociales de este convenio que suponían una "desventaja competitiva" destaca que mientras que los trabajadores del Sergas tienen tres días de libre disposición, los de Povisa tenían 21 y 14 festivos.

La compañía cerró 2010 con unas pérdidas de casi dos millones de euros derivado de "la falta de contención del gasto de personal". Así, ese año inicia una serie de medidas para optimizar recursos dirigidas a la partida "que más incidencia tiene" en su cuenta de resultados: los costes de personal. Destaca que la posibilidad de incidir en la contención del resto de gastos "es mínima".

Redujo su plantilla y se ajustaron las jornadas de siete servicios. "Siempre que ha sido posible, han sido pactadas", alega. Este mes de abril, Povisa contaba con 1.398 trabajadores. El 45% desempeñan una jornada inferior a 40 horas semanales. Las horas extras también cayeron en más de un 80% desde 2010. Los incentivos no sobrepasan el 5% mínimo, cuando antes podían llegar al 20%. Las retribuciones no del colectivo médico no solo se congelaron desde 2011, sino que se vieron "drásticamente reducidas", por encima del 12%.

En su informe, el centro vigués también resalta que, en este mismo período, la Administración pública ha asumido "drásticas medidas para recortar el coste de su propio personal" y explica que no ha podido acogerse a las mismas por el convenio colectivo al que estaba sujeto y "que ahora procede adaptar a la situación actual".