El 4 de enero de 1935 fallecía Feliciano Rolán a los 27 años de edad. En la reseña necrológica publicada en FARO al día siguiente se daba cuenta de su fallecimiento en A Guarda "y que tanto en nuestra ciudad, como en Santiago, donde residió varios años, contaba con muchas y merecidísimas simpatías, por sus excepcionales prendas, morales, por su carácter afable y servicial".

Feliciano era profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad compostelana. Su juventud y talento le auguraban un brillantísimo porvenir que la Muerte truncó despiadadamente. Brillante literato y poeta, "dio recientemente a la prensa su libro de poemas "De mar a mar, que la crítica recibió con un arco triunfal de adjetivos".

Al acto de la conducción del cadáver, asistió numerosísima concurrencia, prueba de las muchas simpatías que disfrutaba. Y se enviaba el más sentido pésame a sus familiares, por tan irreparable pérdida. "Galicia ha perdido un poeta, un gran poeta, se decía en una crónica. No importa que su vida fuese corta, no permitiéndole desplegar las alas poderosas de sus posibilidades, si tuvo tiempo para producir ese bellísimo poema que es su último libro. Rolán ha muerto pero en nosotros perdura su presencia", porque en De mar a mar condensó todo su sentimiento trágico en cortos, intensos y dolorosos poemas.

Javier Torres Goberna, autor de una minuciosa biografía titulada Feliciano Rolán, de mar a mar señala que tras su muerte y la guerra civil, el recuerdo de Feliciano Rolán desapareció, salvo por supuesto para su familia y amigos, entre los cuales se encontraban los Úbedas, grupo de amigos del cual había formado parte Feliciano junto con Luis Tobío, Juan Fenollera, Modesto Blanco, Manuel Facorro, Rafael Areses, Fidalgo, Carlos Pastrana, Castro Rial, Manolo García, Francisco Fraga Fraga, Novoa Somoza, Somoza García, Arias, Campos, Mauro y Benigno Varela, Rafael Rivero y su padre, César Torres Martínez. Esta amistad perduró hasta el final de la vida de todos ellos y anualmente, los supervivientes se reunían para celebrar una comida de confraternidad.

En 1972 tuvo lugar la inauguración del monumento que le dedicaron los Úbedas y el Concello de A Guarda en esa localidad, tan importante para él, pues "aunque nacido en Vigo, Feliciano es el poeta de A Guarda".

Posteriormente, a principios de los 80, el padre Oreste Caimotto realizó una amplia labor investigadora sobre la figura de Feliciano Rolán, con motivo del cincuenta aniversario de su muerte y que se tradujo en la publicación del libro "Feliciano Rolán. Su obra poética"

Torres Goberna describe a Feliciano como un hombre de grandísima sensibilidad, siempre sencillo, bondadoso y comprensivo. Sentía gran pasión por el mar y este tema fue "el inspirador inacabable de su ansia de conocimiento de la verdad eterna, del destino del hombre, del flujo y reflujo de la vida, de toda su vena poética" .

Si bien su prematura muerte nos privó de una producción más abundante, la sola lectura de los poemas "De mar a mar" permiten valorar la magnitud de este gran poeta. Por eso el silencio y el olvido de su obra no se debieron sólo a su fallecimiento siendo aún muy joven, si no que existieron otros motivos derivados de la guerra civil, de cómo la cultura fue relegada a segundo plano tras el fin de la contienda, y de cómo se intentó, y en gran medida se logró, borrar del exiguo panorama cultural español a todos aquellos que habían profesado simpatía o colaborado con la República.

A pesar de que Feliciano Rolán no tuvo una destacada actuación política pública, exceptuando el breve espacio de tiempo en el que desempeñó la secretaría particular del profesor García Labella (gobernador civil de A Coruña), el simple hecho de que recibiera encendidos elogios por parte de Juan Ramón Jiménez, García Lorca y Juan José Domenchina y Benjamín Jarnés, fue motivo suficiente para la dictadura franquista hiciera caer el velo del silencio sobre toda la obra de Feliciano Rolán.

Federico García Lorca dijo que la angustia de Feliciano Rolán "nos va llenando cada vez con más intensidad, a medida que su cuerpo se va disolviendo en los brazos definitivos de nuestra madre la tierra. Yo he visto noticias de su muerte escrita con sangre blanca sobre las hierbas de Galicia, por donde bogarán ahora sus zapatos de poeta ahogado en niebla y apretada espuma. "De mar a mar" hemos oído una voz pura cuyas últimas sílabas son ya secreto del agua. "De mar a mar" hemos visto huir un cuerpo que llevaba un tesoro para la muerte".

Desde 1986, la Agrupación Cultural Guardesa celebra un Certamen de Poesía dedicado a Feliciano Rolán. El certamen está abierto a poetas de cualquier nacionalidad, siempre que los trabajos, originales e inéditos y que no hayan sido premiados en otros concursos, se presenten escritos en gallego o castellano.

Nació en Vigo el 9 de junio de 1907, hijo de don Emilio Rolán Vicente y doña María Vicente Álvarez. Cursó bachillerato en el colegio Bellavista (hoy Apóstol Santiago) de los padres jesuitas. Después fue a estudiar Derecho a Santiago de Compostela.

En 1932 se publicó "Huellas", su primera obra dedicada a sus antiguos compañeros de universidad y amigos, los "Úbedas". Ese mismo año contrae tuberculosis, terrible enfermedad en esa época y que finalmente acabaría con su vida.

Por ese motivo ingresa en el Sanatorio de la Fuenfría, donde escribirá alguno de los poemas que aparecerán en su libro "De mar a mar", su obra cumbre y maestra publicada en 1934.

El 26 de julio de 1933 Feliciano contrae matrimonio, in artículo mortis, con su novia Magdalena Murcia Abollo y un año después fallecía en A Guarda.