Abel Caballero llega al ecuador de su segundo mandato en plena lluvia de palos a la ciudad en frentes estratégicos. Un retroceso alarmante en la oferta de Peinador mientras Lavacolla y Alvedro se refuerzan con ayudas públicas; el riesgo de perder el partido judicial, el mazazo final en la demanda de que el puerto sea nodal... "Nunca nos dieron lo que nos correspondía pero ahora nos quieren quitar lo que tenemos", advierte el alcalde, y apunta insistentemente a lo largo de la entrevista como responsable al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. En el Concello ha logrado sacar adelante los dos presupuestos pese a gobernar en minoría. "En todo lo que respecta a nosotros vamos como motos. Tenemos estabilidad, la menor deuda de España, somos modélicos en política social, generamos miles de empleos y hemos transformado la ciudad", esgrime. A estas alturas da por hecho que no habrá pacto con el BNG pese a mantener la invitación para formar un bipartito. La relación, además, parece haberse enfriado por ambas partes. Del PP resume rápido su opinión: "Deberían irse todos por traicionar a Vigo".

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